La salud en Nariño atraviesa una crisis sin precedentes. Cierre de clínicas y hospitales, déficit presupuestario, sobreocupacion hospitalaria, medicamentos insuficientes y unas cargas o deudas que impiden el correcto funcionamiento de la red hospitalaria del departamento de Nariño.
Durante su intervención ante la Federación Nacional de Departamentos, la doctora Ana Belén Arteaga Torres, expuso con meridiana claridad y profunda preocupación la cruda realidad de la salud en Nariño: “Durante la Mesa de salud de la Federación Nacional de Departamentos, expusimos la gran preocupación que existe en Nariño debido a las problemáticas financieras que tienen al borde de la crisis a la red de prestadores pública y privada”.
Un clamor que nos obliga a los nariñenses a rodear la labor de la gerente del Instituto Departamental de Salud que se ha caracterizado a lo largo de su trayectoria profesional como un ser probo, integro y de intachable conducta administrativa. En sus palabras se deja en claro la urgente necesidad de destinar recursos, cubrir deudas y buscar una solución definitiva a la crisis de la salud en Nariño, pues se ven afectados cientos de pacientes que no reciben oportunamente los tratamientos requeridos o los medicamentos de rigor: “Además, hicimos un llamado para que se encuentre una solución pronta y eficaz que resuelva la entrega de medicamentos por parte de los operadores, situación que hoy afecta cientos de pacientes que requieren una atención prioritaria”.
Los recursos son insuficientes y las necesidades apremiantes. De no ser atendido su clamor nos veremos abocados al cierre de clínicas y hospitales, poniendo en riesgo la vida de cientos de pacientes a quienes se les suspenderá tratamientos ante la imposibilidad de contar con personal, medicamentos y recursos que permitan atender sus requerimientos médicos y hospitalarios. En su intervención la doctora Ana Belén Arteaga Torres hizo referencia a la urgencia de una cofinanciación al régimen subsidiado: “Otra de las dificultades expuestas fue la cofinanciación al régimen subsidiado que realizamos durante el 2024, la cual contó con recursos superiores a los 8 mil millones de pesos, sin embargo, para esta vigencia, el departamento ya no cuenta con esta base”.
Esta voz de alerta por parte de quien rige los destinos de la salud en el departamento de Nariño debe convocar la unidad de gremios, entidades y organizaciones con el fin de elevar un urgente llamado al gobierno nacional y de esta manera evitar una debacle anunciada en el sector salud del departamento de Nariño.
La crisis anunciada afectada indistintamente al sector público y privado por cuanto al no disponerse de los suficientes recursos para cubrir gastos y necesidades crece desproporcionadamente una deuda que se vuelve impagable y llevando al cierre de clínicas, hospitales y centros de atención básica.
Este clamor es una voz de alerta que, sin duda alguna, suscita la atención de nuestra clase parlamentaria de Nariño para tratar de frenar mediante sus intervenciones y gestiones en las entidades y ministerios del caso con la consecución de recursos que permitan atender las urgentes necesidades de una red hospitalaria agobiada y al borde de un cierre total.
En estos momentos rodeamos a la doctora Ana Belén Arteaga Torres y nos unimos a su llamado de unidad y solidaridad con el sector salud de Nariño. Conocemos su alto sentido profesional y su gran capacidad de convocatoria gremial. Es un deber ciudadano apoyar desde los distintos ámbitos y esferas administrativas la búsqueda de un pronta y efectiva solución a una problemática, que de no ser atendida, se desbordará de tal manera que afectará a la población de todo el departamento de Nariño.
Se requieren con urgencia recursos financieros, fortalecer el músculo económico de la salud y sanear las obligaciones que asfixian y mantienen en agonía el sistema de salud de Nariño.
