Diana Carolina Caicedo Enríquez, oriunda de Pasto, fue elegida como representante de América del Sur en la Junta Directiva de GNDR (Red Mundial de Organizaciones de la Sociedad Civil para la Reducción de Desastres). En su discurso de aceptación de esta designación la profesional nariñense destacó que este cargo no solo es un honor, sino también una gran responsabilidad para dar visibilidad a las voces de las mujeres, los jóvenes y las comunidades históricamente excluidas, quienes deben ser parte activa de las decisiones que impactan sus vidas y su entorno.
Este nombramiento va respaldado por una sólida hoja de vida. Diana Caicedo es abogada y contadora pública con especialización en Derecho Tributario y Magíster en Hacienda Pública. Con formación en mecanismos alternativos de solución de conflictos (MASC), género, enfoque diferencial, medio ambiente, sostenibilidad, derecho energético, derechos humanos, marketing político y liderazgo social y político, es docente en Colombia y México.
Actualmente, es directora nacional de ambiente y energía de la Red Mundial de Jóvenes Políticos. También es vicepresidenta del Colegio de Abogados Tomasinos, miembro de Mujeres con Criterio y directiva de la Red LAC de Mujeres para la Reducción del Riesgo de Desastres (RRD). Es la coordinadora del Pacífico en la red nacional del agua en Colombia. Fue Consejera de participación ciudadana de Pasto, activista social, codirectora de la organización Oxum y scout desde los 6 años.
En diálogo con Página 10 subrayó la relevancia de un enfoque multidisciplinario en la Reducción de Riesgos de Desastres (RRD), donde las ciencias sociales, naturales y exactas juegan un papel crucial. “Las ciencias sociales, al permitirnos comprender las dinámicas de poder, las realidades humanas y los efectos de los desastres en las comunidades, son fundamentales para diseñar políticas inclusivas y efectivas. Estas ciencias nos ayudan a entender cómo los grupos más vulnerables, como las mujeres y los jóvenes, enfrentan y responden a los desastres, y por qué su participación es vital para la resiliencia comunitaria”, manifestó.
En este contexto, Diana resaltó el papel fundamental que juegan las mujeres y los jóvenes en la RRD. Las mujeres, especialmente aquellas en situaciones de vulnerabilidad, han demostrado una capacidad excepcional para liderar en la gestión de riesgos y en la recuperación post-desastre. No solo son esenciales en la organización comunitaria y en la construcción de resiliencia, sino que, a menudo, son las primeras en brindar apoyo en tiempos de crisis. El reconocimiento de este liderazgo y su inclusión en la toma de decisiones es fundamental para un enfoque de reducción de riesgos que sea verdaderamente inclusivo.
Por su parte, los jóvenes, con su energía, creatividad y conocimiento de las nuevas tecnologías, también juegan un papel crucial en la transformación de la gestión del riesgo. “Es importante involucrar a las juventudes, no solo como beneficiarias de políticas, sino como actores clave en la creación de soluciones innovadoras y sostenibles. Los jóvenes tienen la capacidad de movilizar y conectar a las comunidades, utilizando las herramientas digitales para compartir conocimientos, coordinar acciones y abogar por un futuro más resiliente.”
Finalmente, Diana enfatizó que, como representante de América del Sur, su objetivo es seguir trabajando para asegurar que las perspectivas y necesidades de las comunidades más afectadas estén en el centro de las decisiones globales. Con su compromiso con la reducción de riesgos de desastres, la justicia social y el liderazgo inclusivo, Diana reafirma su dedicación a construir un futuro más justo, equitativo y seguro para todos.
Una embajadora de Pasto ante el mundo.