Por: Laura Soto
El contrato que tiene en la mira de la justicia al exalcalde de Bucaramanga y precandidato presidencial, Rodolfo Hernández, resucitó en Ipiales, Nariño. Con algunos de los mismos ruidos, y uno adicional: la oposición al contrato la hace la expareja del exalcalde de Ipiales, movida que terminó poniendo los ojos en el exmandatario que es papá de otro aspirante presidencial.
El contrato para el tratamiento de basuras de Ipiales renació en la administración de Ricardo Romero, papá del exgobernador de Nariño, Camilo Romero, quien aspira a ser uno de los precandidatos presidenciales de la Alianza Verde, como contamos.
Se trata de un contrato de colaboración empresarial entre la empresa pública de Servicios Varios de Ipiales (Iservi), encargada de la recolección y manejo de basuras de la ciudad, y la empresa privada Vitalogic RSU, que se encargará del tratamiento de las basuras por 25 años.
Sería el primer proyecto de tratamiento de basuras para la generación de energía a esa escala en el país lo que implicaría que se dejaran de echar el 98 por ciento de las basuras al relleno sanitario La Victoria, que Iservi no ha podido mantener cumpliendo las normas ambientales. Eso disminuiría la contaminación ambiental, y de ser exitoso, podría ser replicado en otras ciudades.
Iservi se compromete a darle a Vitalogic las basuras y el 80 por ciento de la tarifa que el usuario paga por el servicio, además de 7 hectáreas de terreno. A cambio, Vitalogic se obliga a invertir 101 millones de dólares en la planta de tratamiento y aprovechamiento de residuos que propone construir. Dice que la plata la obtendrán de la banca de inversión de New York, FalconPeak Capital.
Esa plata representa un poco menos del doble del presupuesto anual de Ipiales de 2020.
El contrato se firmó entre el exgerente de Iservi, Germán Ponce y el representante legal de Vitalogic, José Manuel Hormaza, de manera directa el 29 de noviembre del año pasado y ya fue demandado ante la Fiscalía por presunta celebración indebida de contratos y firma del contrato sin el cumplimiento de requisitos legales.
Según la denuncia, el millonario contrato debió entregarse por licitación pública y no a dedo, además de otras presuntas irregularidades. Sumado al ruido que ya traía de Bucaramanga.
El caso de Rodolfo vs el de Ipiales
Vitalogic quería implementar este mismo modelo de tratamiento de basuras en Bucaramanga y también se lo iba a ganar a dedo.
El exalcalde Rodolfo Hernández primero hizo una licitación en la que participó Vitalogic, pero cuando la declaró desierta porque ninguna de las dos empresas participantes cumplió los requisitos, decidió entregárselo directamente.
El contrato finalmente no se llevó a cabo.
Primero, en agosto de 2017 la Procuraduría alertó que no había claridad sobre temas técnicos y financieros, y encontró que hubo presuntas irregularidades en el proceso de contratación.
Luego, en agosto de 2019, la Procuraduría le formuló pliego de cargo a Hernández porque se habría reunido con el contratista de Vitalogic con anterioridad a la licitación, lo que se entendió como un favorecimiento a su contratación. Además, la empresa le pagó a varios lobbistas para que impulsaran el contrato, y uno de ellos era el hijo de Hernández como contamos aquí.
Al parecer, según el ente de control, también habría presionado al entonces director jurídico de la Empresa de Aseo de Bucaramanga, Emab, para que aprobara la fianza presentada por la empresa en vez del seguro.
Esto no solo derivó en una investigación disciplinaria de la que Hernández se ha defendido diciendo que no hubo contratación y por lo tanto no hubo delito y que se trata de una persecución, sino también en una imputación de cargos de la Fiscalía por interés indebido en la celebración de contratos, por otro contrato que se relaciona con el caso.
Puntualmente, lo investigan por una presunta presión al entonces director de la Empresa de Aseo de Bucaramanga, Emab, José Barrera, para que eligiera al contratista Jorge Hernán Alarcon por 336 millones de pesos, que justamente formuló las condiciones de la licitación en la que, según el Fiscal, dos de las tres ofertas eran “falsas o espúreas” lo que habilitaba únicamente a Vitalogic.
Por su parte, la empresa Vitalogic demandó a la Emab, ante el Tribunal Administrativo de Santander para pedir la nulidad de la declaración de desierta de la licitación, pues considera que sí cumplían con los requisitos.
Perdieron en primera instancia, pero apelaron ante al Consejo de Estado.
En Ipiales, en cambio, lograron que el alcalde Romero privilegiará de entrada la contratación directa en cabeza del exgerente de Iservi y exasesor suyo, Germán Ponce.
Ponce le dijo a La Silla Vacía que Ipiales necesitaba encontrar una alternativa para el manejo de las basuras cumpliendo algunos requisitos como mantener el carácter público de Iservi, que la solución fuera ambientalmente amigable y que el municipio no asumiera ningún riesgo ni pusiera plata.
“No era fácil encontrar un socio dispuesto a invertir esa plata importante en esas condiciones”, dijo Ponce a La Silla. Explicó que al final contrataron a Vitalogic directamente porque el régimen privado de contratación por el que se rije la empresa se los permite, se ajustó a sus peticiones y ofrecía una tecnología avanzada para el procesamiento de basuras.
Estas condiciones son similares a las que pidió el exalcalde Hernández de Bucaramanga al contratista, pero aún así, el contrato encontró opositores incluyendo al Comité Transparencia por Santander en cabeza de la Cámara de Comercio.
Paradójicamente, en Ipiales, la oposición viene de un lugar inesperado: de Miriam Margot Martínez, la ex pareja del alcalde Romero. Martínez se separó de Romero a los seis meses de su posesión, pero aún así, siguió como gestora social de la Alcaldía y en esa calidad, fue la encargada de hacer los acercamientos con Vitalogic durante dos años hasta 2019.
Ya al final del mandato, según una fuente de la Administración que conoció el proceso con Vitalogic, ella tuvo diferencias personales con el exacalde, pero ella negó que fuera así, al igual que el Exalcalde Romero.
Martínez conoce del tema de basuras porque fue directora de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos de Bogotá, Uaesp, durante la polémica alcaldía de Samuel Moreno, y terminó destituida e inhabilitada por la Procuraduría por las irregularidades en la licitación del relleno de Doña Juana.
Según le dijo Martínez a La Silla, encontró en el contrato varios temas que no la convencían como la falta de experiencia de Vitalogic, la tecnología que iban a usar y el origen de la plata. Además, las dudas en el tema de contratación.
“Denuncio porque ellos (funcionarios de Iservi y Alcalde) no van a pagar el desprestigio de este contrato si algo sale mal. La gente va a decir allí estuvo Miriam Martínez”, le dijo a La Silla.
Dice que al no ser escuchada por Romero se aparta de esas conversaciones a mediados de 2019 y finalmente demanda el contrato el 23 de diciembre del año pasado.
Desde entonces, el contrato quedó a cargo de la gerente de Iservi del momento, Alejandra Díaz, y finalmente de Ponce, el cuarto gerente de Iservi en cuatro años.
Por su parte, el exalcalde Romero le dijo a La Silla que era necesario buscar una solución al tema de las basuras, algo que hizo durante los cuatro años, según él sin ningún tipo de ofrecimiento económico.
“Es la propuesta más factible y conveniente de las estudiadas. De darse, sería un gran logro de Ipiales, sería extraordinario”, agregó.
Aunque de salir mal, o de avanzar la denuncia, podría convertirse en un lastre para su hijo Camilo Romero, que anda en correrías por todo el país en precampaña para lanzarse a la Presidencia en 2022.
Las dudas
Romero dejó la Alcaldía en diciembre, y fue sucedido por el liberal, Fernando Villota, quien no contestó nuestras llamadas para conocer su postura frente al contrato.
Sin embargo, el actual gerente de la empresa Iservi, Luis Ortega, dijo a La Silla que está revisando el contrato con lupa para evaluar si continua con él o no.
“No me parece que esa forma de contratar haya sido la correcta”, le dijo a La Silla, aunque esperará al concepto técnico que deberá salir en marzo.
Una de las dudas es que la empresa no tiene experiencia en este tipo de proyectos. Desde su creación en 2007, se ha dedicado a la investigación de las nuevas tecnologías para tratar basuras, pero esta sería la primera vez que las lleve a la práctica. Es un experimento.
Por otro lado, no es claro de dónde sacará Ipiales las 360 toneladas diarias que le debe entregar a Iservi ya que el municipio solo produce 160. En principio Iservi se compromete a buscar la basura en doce municipios cercanos e incluso dice que gestionará llevar basura de Tulcán en Ecuador.
Si Iservi no cumple con la cantidad de basura esperada por Vitalogic el contrato se alargará en el tiempo hasta que complete la cantidad de toneladas esperadas.
También faltan los estudios detallados de la tecnología que usará Vitalogic y la licencia ambiental para operar la planta y para usar pozos profundos de agua.
En todo caso, el proyecto ya está en curso y, de lograrse, Ipiales vería primero realizado el sueño que tenía el aspirante presidencial Rodolfo Hernández de convertir las basuras en energía.
Fuente: La Silla Vacía