Por: Aníbal Arévalo Rosero
Los adolescentes de hoy en día están sometidos a diferentes riesgos por su constante contacto con la redes sociales, medio a través del cual se recibe todo tipo de información, en la mayoría de los casos puede ser ilustrativa y creativa, pero también se filtra cierta información que sutilmente va influenciando la mente de los más jovencitos en prácticas perversas. Eso es lo que está sucediendo en estos días con el escandaloso juego de la ballena azul.
En cuestión de pocos días llegó a ser el tema más comentado en los corrillos, en el internet, en los grupos de whats app, en periódicos y revistas y en cuanto medio de comunicación exista. Y es que no deja de ser preocupante porque ya ha cobrado la vida de algunos adolescentes en Colombia y en varios países de Latinoamérica.
Al principio es un “juego de niños” con pruebas muy sencillas que van aumentando su complejidad. Son cincuenta días de reto donde la adrenalina es mayor en la medida en se va avanzando. En el último día está la prueba reina que es lanzarse a un vacío desde un edificio, un puente o cualquier altura que encuentre.
Durante todos los días hay que enviarle evidencias fotográficas o de video al curador o controlador del grupo. Cada 10 días hay que hacer una prueba de sangre como cortarse con una navaja, pincharse las manos con una aguja o utilizar la cuchilla del sacapuntas. El día décimo se constituye la entrada formal al grupo o la confirmación, puesto que se recibe la orden de dibujarse una ballena en el brazo o en la pierna con una cuchilla.
Otras de las pruebas consisten en comer huevos crudos, mollejas de pollo, ver películas de terror en la madrugada, en un desafío que cada vez es mayor. El curador va indagando la vida privada del adolescente, la que hace que se vaya descubriendo su perfil familiar y social; con esta información se empieza a ejercer presión, de tal manera que es obligado a cumplir con las pruebas, so pena de divulgar las fotos o los videos o amenazar de muerte a cualquier familiar de los más cercanos.
Según el Centro Cibernético Policial de la Dijin en Colombia se han detectado varios grupos que han cobrado víctimas. Estos son controlados por personas que viven fuera del país para evitar su ubicación. Es muy difícil descubrir a quienes promueven el juego porque tienen como imágenes de perfil atractivos rostros o íconos que les gusta a los jóvenes.
El nombre de la ballena azul es aparentemente un inofensivo nombre que atrae a incautos. En otras oportunidades hemos escuchado nombres de juegos similares como la biblia diabólica que a todas luces indica de lo que se trata. Pero esta vez trataron de confundir con el atractivo que despierta un animal como la ballena. El nombre de ballena azul al parecer sería por la tendencia que presentan esto cetáceos de encallar en las playas para morirse.
Uno de los antecedentes que se conocen al macabro juego, y que venía haciendo carrera entre los adolescentes es el del cuting, que consiste en infligirse marcas con cuchillas en brazos y piernas, pero eran solamente rayas y en ocasiones nombres. Según los propios jovencitos lo que buscan es una vía de escape ante la incomprensión de sus padres; para ello miran videos en Youtube que los orientan o se estimulan escuchando cierto tipo de música.
En estos casos la mayor responsabilidad recae sobre los padres de familia, quienes en muchas ocasiones los dejan abandonados a su suerte y no indagan sobre sus ocupaciones en los momentos libres o quiénes son sus amistades. Los padres de ahora llegaron a desentenderse de su responsabilidad, creyeron que su compromiso se limita a entregar una cuota de dinero mensual.
Lamentablemente, estas situaciones se vienen presentando porque se rompió el dialogo familiar, ya no se sale a pasear o a tomar un helado dominguero en familia; cada cual está entregado a sus ocupaciones particulares. Los hijos se merecen todo el esfuerzo y son los seres con los que hay que armar plan de fin de semana para compartir sanamente. Del tipo de familias que tenemos depende el tipo de sociedad que queremos.