En el corazón de San Juan de Pasto nació Marcel Eduardo Albornoz Romo, un hombre cuya trayectoria y compromiso con el desarrollo de Nariño lo posicionan como una figura ejemplar del emprendimiento y liderazgo regional. Aunque su formación académica lo llevó a Bogotá y al exterior, su decisión de regresar a su tierra natal para contribuir al progreso de su departamento lo convierte en un símbolo de esperanza y acción para los nariñenses.
Herencia y visión empresarial
Marcel es parte de la tercera generación de una de las familias más prestigiosas del suroccidente colombiano, un legado que ha sabido consolidar y expandir gracias a más de 25 años de experiencia en sectores tan diversos como el cafetero, agroindustrial, comercial, inmobiliario, comercio exterior, hotelero, de la construcción y maderero. Su capacidad para gestionar negocios familiares y personales ha trascendido fronteras, logrando un impacto significativo tanto a nivel regional como nacional.
Con un título de administrador de empresas y una maestría en administración y dirección de empresas, Marcel combina su sólida formación académica con una pasión por el café, el arte, su tierra y su cultura. Estos intereses lo han llevado a desempeñar un papel activo como consultor y miembro de juntas directivas de importantes empresas, además de ser un esposo y padre dedicado.
Reflexión sobre el futuro de Nariño
Al inicio de este año, Marcel compartió con Página 10 una reflexión profunda sobre el estado actual del departamento, destacando que “obras son amores y no buenas razones”. En un contexto en el que las promesas de desarrollo para Nariño parecen quedarse en el papel, él subraya la necesidad de priorizar proyectos de alto impacto que realmente transformen la región.
Recordó que, en las últimas dos décadas, una de las pocas obras significativas para el desarrollo regional ha sido la doble calzada Pasto–Ipiales, inaugurada en 2022. Sin embargo, lamenta que la politiquería y los intereses personales hayan frenado el avance económico y social del departamento. Esto se refleja en el Índice Departamental de Competitividad (IDC) 2024, que sitúa a Nariño en el puesto 21, dos lugares por debajo del año anterior.
Un llamado a la acción colectiva
Marcel Albornoz hace un llamado a empresarios, dirigentes políticos y gremiales para trabajar unidos en busca de soluciones estructurales. En su análisis, destaca la necesidad de mejorar la educación básica y media, fortalecer la infraestructura, promover la adaptación tecnológica y potenciar el ecosistema de innovación del departamento.
“La clave para revertir esta situación está en la unión y el esfuerzo colectivo”, afirma. Su visión plantea un Nariño competitivo, capaz de posicionarse como un territorio atractivo para la inversión y el desarrollo sostenible.
Un personaje inspirador
Marcel Eduardo Albornoz Romo es, sin duda, un ejemplo de compromiso y amor por su tierra. Su vocación de servicio y su incansable labor por el bienestar de Nariño lo convierten en un Personaje 10, un modelo a seguir para quienes sueñan con un departamento más competitivo, próspero y unido.
Mientras el camino hacia el progreso enfrenta desafíos, figuras como Marcel reafirman que el esfuerzo, la tenacidad y el trabajo en equipo son fundamentales para construir el futuro que los nariñenses merecen.