Recordando a Don Euliquio Biojó

7 visitas

Compartir artículo en:

Por: Hernando Arcos Salazar

Ex- Procurador Provincial de Tumaco

Gocé de la amistad de don Euliquio desde mi más tierna infancia,  y por eso sé que todo lo que se propuso hacer en la vida, lo hizo mejor que bien, empezando por sus hijos, que siguieron desde niños su buen ejemplo y ahora son semilla valiosa que cayó en buen campo en nuestra pequeña aldea. Con Lico y Patricia hemos compartido tantos buenos momentos en los últimos años, que siempre los he considerado como unos hermanos que se criaron en otra casa, no solo por la buenas vibraciones que siempre me ha generado verlos y estar con ellos, sino también porque todos en Tumaco sentimos que don Euliquio era como un padre para nosotros, de gran sabiduría, siempre presto al consejo.

Siempre he pensado que los mejores amigos de uno son aquellos con quienes uno más se ríe…, pues, bien, la amistad con don Euliquio Biojó fue una carcajadas de muchos años, mirándonos a los ojos con sinceridad, satisfechos de ser amigos, por el solo gusto de serlo.

Ahora que veo que todo mundo resalta sus virtudes, a mí se me ocurre que todas son ciertas, pero de las principales que lo adornaban y que son un legado para todos en Tumaco, fueron su dignidad y su altivez en el buen sentido de la palabra…, ellos, los Biojó y sus descendientes, al igual que don Euliquio, no le agachan la cabeza a nadie ni a nada, y no se sienten más que nadie, pero nunca, en el jamás de los jamases, menos que nadie…, hasta hace algunos años, ya viejito y menoscabado en su salud, solía encontrarlo en la calle, con su eterno maletín y sus tirantes, le preguntaba, ¿para donde va don Lico? Y el decía, si me va a llevar le digo.

Entonces yo apagaba mi moto y le decía para donde quiera, menos a sitios malos y el decía “Usted es un corrompido” y se echaba a reír con esa risa franca que todos vamos a echar de menos…, en el entierro, ya en el cementerio, escuche la carta postrera de don Euliquio, leida por mi hermano de siempre, Lico, el ya no tan joven (Lico el ya no tan joven me arruga el ceño siempre que le pregunto, ¿Cómo esta don Euliquio el bueno?) Total, que aun teniendo el alma compungida, prefiero recordar los buenos momentos compartidos, aquellos en que (ya muerta doña Teresita), hablamos de las damas, de lo bonitas que son, de todo, y el siempre: “Usted es un corrompido”…, Ah don Lico, la falta que ya nos está haciendo…, mi abrazo fraterno para todos sus hijos, con algunos de los cuales no compartí tanto (por el tiempo y la distancia), pero me basta haber conocido el molde para saber que son iguales de buenas y valiosas personas que su viejo, haré el intento de recordarlos, Angel, Victa (¿se escribe asi, Victa?), a quien recuerdo como una de las reinas de carnavales mas lindas, Marthica, Lico, Ivan, Cesar, Patricia, la Pecosita con quien siempre que nos encontramos me acaricia con su hermosa y amable sonrisa, me olvide de su nombre (el vergajo de el Alzhaimer), pero la recuerdo especialmente, porque más de una vez me felicitó por mis escritos en los periódicos locales…, un abrazo solidario a ellos y felicidades a don Lico ahora al lado de su Teresita…

Comentarios de Facebook

SOBRE EL AUTOR

Compartir en:

NOTICIAS RECIENTES

PAUTE CON NOSOTROS