Renuncia de funcionaria a cargo de Aguardiente Nariño: entre incumplimientos y tensiones con el sector cultural

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La renuncia de María Ximena Realpe Arturo, funcionaria encargada de la administración de Aguardiente Nariño, ha puesto nuevamente en el foco público los problemas de gestión de la empresa y las denuncias por incumplimientos en los pagos a artistas, músicos y periodistas. La decisión de Realpe, aceptada formalmente mediante el Decreto No. 024 del 16 de enero de 2025, se produce en medio de un contexto de creciente malestar entre el sector cultural, que ha señalado a Aguardiente Nariño por su falta de compromiso y eficiencia administrativa.

Una renuncia en un momento crítico

La renuncia de Realpe Arturo se presentó tras meses de cuestionamientos hacia la gestión de la empresa. Según el decreto emitido por la Gobernación de Nariño, la funcionaria manifestó de manera “expresa, espontánea e inequívoca” su decisión de separarse del cargo, efectivo a partir del 16 de enero. La salida de Realpe ocurre en un momento delicado, ya que Aguardiente Nariño enfrenta múltiples denuncias por retrasos en los pagos a artistas que participaron en eventos organizados por la entidad.

El contexto: reclamos por incumplimientos

Figuras como Yeimy Argotti Benavides, líder del Fabuloso Sexteto Caracha, han sido voces visibles en esta problemática. Argotti denunció que lleva 241 días esperando el pago por una presentación realizada en mayo de 2024, señalando la falta de atención por parte de la empresa y la administración departamental. “Se acabó el año y Aguardiente Nariño no me paga”, expresó el artista en sus redes sociales, reflejando la frustración de un sector que depende de estos ingresos para su sustento.

Otros afectados, como Santiago Ramírez, también han señalado el desinterés de la Gobernación en resolver estas deudas, asegurando que quienes han alzado su voz han sido catalogados como “contradictores de la política departamental”. Este ambiente de tensiones pone de manifiesto una desconexión entre la administración y los sectores culturales, que ven cómo sus derechos laborales son ignorados.

Un llamado a la reorganización

La salida de María Ximena Realpe Arturo representa una oportunidad para la Gobernación de Nariño de revisar y reorganizar la gestión de Aguardiente Nariño. El manejo de la empresa no solo afecta las finanzas departamentales, sino también la relación con los artistas y colectivos que dependen de ella para su sostenibilidad.

El gobernador Luis Alfonso Escobar Jaramillo enfrenta ahora el desafío de reconstruir la confianza con el sector cultural y garantizar que los procesos administrativos de Aguardiente Nariño se manejen con transparencia y eficiencia. Resolver los problemas de incumplimiento no solo aliviaría las tensiones actuales, sino que también enviaría un mensaje de compromiso hacia quienes trabajan por preservar la riqueza cultural de Nariño.

Conclusión

La renuncia de Realpe Arturo marca un momento de inflexión para Aguardiente Nariño. Más allá de los cambios administrativos, las autoridades deben priorizar soluciones concretas para los problemas de gestión que han afectado tanto a las finanzas públicas como al bienestar de los artistas locales. La cultura no puede seguir siendo un ámbito secundario en la agenda pública; debe ser tratada como un pilar esencial del desarrollo y la identidad de la región.

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