Hoy queremos destacar un acto de solidaridad que nos llena de esperanza y nos recuerda la importancia de la colaboración entre comunidades para salvar vidas. El Club Rotario Pasto Valle de Atriz, miembro de Rotary Internacional, hizo entrega al Hospital San Pedro de equipos médicos especializados para el apoyo vital de los nacidos prematuros. Este gesto generoso, realizado por líderes comunitarios, refleja el verdadero espíritu de Rotary: unir esfuerzos para mejorar la calidad de vida de los más vulnerables.
Rotary Internacional, una organización que conecta a líderes de todo el mundo, se dedica a apoyar proyectos que impactan positivamente en las comunidades. Con el apoyo de fondos globales y contribuciones locales, el Club Rotario Pasto Valle de Atriz logró hacer realidad una necesidad urgente del Hospital San Pedro: el acceso a incubadoras especializadas para el cuidado de los bebés prematuros. Estos pequeños, que nacen antes de tiempo y enfrentan desafíos de salud significativos, necesitan de cuidados intensivos neonatales para sobrevivir y crecer. La entrega de estos equipos ayudará a garantizarles una mejor oportunidad de vida.
La donación fue posible gracias al trabajo incansable de miembros del Club Rotario como Nicolás Cabezas y María Mercedes Domínguez, quienes, con su conocimiento y compromiso en el campo de la medicina, lideraron esta iniciativa. Además, el apoyo de otros clubes rotarios, como el de Kingston en Canadá y los de Estados Unidos, permitió que este proyecto se hiciera realidad con un aporte total de 36,000 dólares, una cifra que refleja el impacto global de la organización.
Mañana, a las 3 de la tarde, se realizará una rueda de prensa con motivo de la entrega oficial de estos equipos al Hospital San Pedro. Antes de la rueda de prensa, se llevará a cabo un acto protocolario, con la presencia del obispo de Pasto y, al parecer, también del alcalde de la ciudad, donde se formalizará la donación a la Fundación Hospital San Pedro.
Esta entrega no solo es un avance en la atención médica en la región, sino también un ejemplo de cómo la unión de fuerzas de diferentes partes del mundo puede transformar la vida de quienes más lo necesitan. Es un recordatorio de que, cuando la solidaridad trasciende fronteras, las posibilidades de mejorar el bienestar de las comunidades más vulnerables se multiplican.
Los nacimientos prematuros son una realidad dolorosa, pero con el apoyo adecuado, muchos de estos pequeños tienen la oportunidad de crecer y prosperar. La labor del Club Rotario Pasto Valle de Atriz, junto con la colaboración internacional, demuestra que, al unir corazones y esfuerzos, podemos seguir trabajando por un futuro mejor, más justo y lleno de vida para todos.
Este tipo de acciones nos enseñan que la generosidad y el compromiso con el bienestar colectivo son los pilares de una sociedad más solidaria. Gracias al Club Rotario y a todos los que participaron en esta noble causa, hoy podemos celebrar un paso más hacia el cuidado y la protección de nuestros niños, quienes representan el futuro de nuestra comunidad.
