SOBRE EL MATRIMONIO HOMOSEXUAL

12 visitas
www.informador.com.mx

Compartir artículo en:

www.informador.com.mx

Por: Dafna Andrea R.N.

A pesar de que la Organización Mundial de la Salud – OMS –  reconoce que la homosexualidad y bisexualidad son orientaciones sexuales tan normales y validas como la heterosexualidad, en Colombia seguimos cuestionando la legitimidad del matrimonio entre personas del mismo sexo.

En estos días se viene debatiendo en el Congreso de la República por orden de la Corte Constitucional (sentencia c-577/11) el proyecto de ley presentado por el senador Armando Bennedetti, que formula la legalidad del matrimonio entre personas del mismo sexo. Si bien este es un tema que genera una gran polémica, es importante hablar de ello, porque de aprobarse supondría una radical transformación en la concepción que se tiene sobre la familia y un importante avance en cuestión de Derechos Humanos.

 

Recordemos que la familia era considerada como el vínculo consanguíneo entre padre, madre e hijos/as, sin embargo sociológicamente en los últimos años se habla de neofamilias. Las familias ahora (sean o no consanguíneas) pueden estar compuestas también por una madre soltera y sus hijos/as padre soltero y sus hijos/as, abuelos/as y nietos/as, tios/as y sobrinos/as, hermanos/as mayores y hermanos/as menores, y un sinfín de posibilidades. Si este tipo de familias tienen reconocimiento en Colombia, ¿por qué no darle la oportunidad de ser familia a las personas que voluntariamente deciden unirse en matrimonio independientemente de su sexo?

 

¿Por qué seguir anteponiendo ciertas interpretaciones religiosas cuando Colombia es un país laico donde prima la Constitución por encima de cualquier creencia?

 

¿Por qué pensar que el fin de matrimonio es la reproducción, cuando los Derechos Sexuales y Reproductivos apuntan a la necesidad de una planificación familiar y la libre decisión de cada persona en el ejercicio de su sexualidad?

 

Es paradójico pensar que quienes más se oponen al reconocimiento del matrimonio homosexual y defienden a ultranza el modelo tradicional, a menudo son quienes menos se preocupan por las diferentes problemáticas que a veces existen en el interior de las familias; recordemos el altísimo número de mujeres que son maltratadas física, psicológica y sexualmente por sus parejas y la tolerancia hacia el maltrato infantil.

 

Definitivamente es necesario hacer un ejercicio reflexivo que nos permita reconocer las diferencias, respetarlas y transformar esta rígida cultura patriarcal. Colombia avanzaría más hacia el desarrollo si se adecuara al momento histórico actual, pues ello implicaría para nuestro país:

 

– Reconocer, tal como se está haciendo en otros países del mundo, que el matrimonio no es solo un privilegio de las parejas heterosexuales.

– Dar un gran paso en el respeto y la inclusión de grupos poblacionales socialmente vulnerados.

– Empezar a comprender  que los roles de mujeres y hombres son construcciones culturales y no determinaciones naturales.

– Incidir en Políticas Públicas para trabajar fuertemente por la erradicación del estigma y la discriminación de la población LGBTI en diferentes ámbitos                          

– Normalizar la homosexualidad.

 

Es decir, de aprobarse el matrimonio entre personas del mismo sexo, Colombia estaría cumpliendo lo que dicta la Constitución: ser un estado social de derecho y estemos de acuerdo o no, nuestro país debe garantizar la ciudadanía plena a todas y todos los colombianos/as.

Comentarios de Facebook

SOBRE EL AUTOR

Compartir en:

NOTICIAS RECIENTES

PAUTE CON NOSOTROS