Por: Oscar Seidel
¿Qué es el proceso lector moderno?
La lectura es como el alimento, el provecho no está en proporción de lo que se come, sino de lo que se digiere. El proceso lector moderno puede definirse como el camino, los pasos que siguen las personas al leer y que les permite comprender.
Lo que sucede en este “camino” o “pasos” que se den al momento de leer es lo que determina que una persona comprenda bien un texto o que se le dificulte. Estos pasos o etapas son conocidas como: antes de leer, durante la lectura y después de la lectura. Están relacionados con procesos mentales, estrategias y actividades que facilitan transitar por este camino y alcanzar la competencia lectora. Algunas personas consideran que es hasta el momento de leer cuando los estudiantes pueden comprender. Ahora se sabe que antes de leer las personas pueden iniciar su proceso de comprensión.
Por ello, esta es la primera etapa o el primer paso porque aquí inicia la comprensión. Esto lo explicaremos más adelante. Los buenos lectores, los que comprenden lo que leen, realizan de manera automática este proceso, es decir, siguen estos tres pasos. Pero mientras los estudiantes se convierten en lectores autónomos hay que enseñarles cómo hacerlo, es decir, orientar cada etapa, realizando una serie de actividades en cada una que les permita ir construyendo el significado del texto y por lo tanto comprender. ¿Ha notado que algunos estudiantes, en cuanto reciben un texto, de cuentos por ejemplo u otro tipo, inmediatamente lo abren y comienzan a leer? Sucede que leen el título, por ejemplo: “Cómo atrapar una estrella” y empiezan a leer, sin antes preguntarse: ¿será posible esto?, ¿cómo se puede atrapar una estrella?, ¿de qué estrella hablará?, estrella de mar, estrella de la galaxia, estrella de cine, etc. Si hicieran esto antes de leer el cuento, empezarían a leerlo con más interés y activando ideas que facilitarán la comprensión.
Sin duda, en más de una ocasión, ha podido observar cómo los estudiantes de mis talleres durante la lectura, encuentran palabras que desconocen su significado, pero continúan leyendo, sin hacer un esfuerzo por descubrirlo.
O bien, se dan cuenta de que no comprendieron lo que explica un párrafo, y, en lugar de volver a leer y tratar de comprender, continúan la lectura. Es como si no le dieran importancia o no se percataran de que no están entendiendo. Así, llegan al final con muy poca comprensión. Los lectores expertos, por el contrario, desde el inicio (antes de leer), realizan actividades que les permite interactuar con el texto y mejorar su comprensión. ¿Qué etapa es más importante? No se puede decir que hay una etapa más importante que otra, pues las tres en su conjunto son las que facilitan la comprensión. Cada una tiene propósitos diferentes y por lo tanto aporta algo distinto al esfuerzo de los lectores por construir el significado del texto.
No realizar una etapa es restar comprensión. Imaginemos que el proceso lector moderno puede graficarse así: Antes de leer. Durante la lectura. Después de la lectura.
Comprensión Si una de estas etapas no se realiza por ejemplo antes de leer, aunque los estudiantes alcancen cierto nivel de comprensión será mucho menor que lo que estaban en capacidad de lograr. No hacer una etapa es como quitarle un pedazo al proceso de comprensión. Durante la lectura Después de la lectura Comprensión
¿En qué consisten los pasos del proceso lector moderno?
Para empezar, le invitamos a leer el siguiente relato, realizando las actividades que se proponen. Si las hace, podrá experimentar en qué consiste cada uno de los pasos del proceso lector moderno y comprender mejor cómo funcionan.
TEXTO
Juan Trespalacios, el hombre que le vendió el alma al diablo. (Peripecias de un circo.
Capítulo 20. Página 81. Novela inédita de Oscar Seidel)
“Dice la gente que Juan Trespalacios fue el hombre más poderoso de Pacifico sur. Amo y señor de las tierras agrícolas del sector rural, desde Cabo Mangle en la frontera con el Ecuador hasta el rio Mira. Nació en Puerto Perla, pero sus nexos familiares estaban en la frontera.
Siendo adulto se vino desde allá, después de haber jurado el pacto con el Diablo, a costa de ser el hombre más rico y poderoso de la región: Dice la oralidad que al Diablo se le podían solicitar tres deseos: Riqueza, mujeres y poder sobre los demás, todo ello a costa de entregarle el alma. El primer encuentro siempre se daba de noche en el monte y sin la compañía de otra persona. El hombre gritaba que se sentía desgraciado por ser pobre, por no tener a su querida, o por la falta de poder en el pueblo, e invocaba varias veces al Diablo, hasta que apareciera. Entonces, éste salía de la penumbra y le exigía que cumpliera la promesa de entregarle el alma para darle un deseo. Ante semejante disuasión, el hombre le aseguraba que cumpliría su promesa, siempre y cuando, él le ayudara a conseguir lo solicitado. En el segundo encuentro, el hombre debía llevar un gato negro que ambos lo pisarían y con su sangre cerrar el pacto. De igual manera, el hombre debía aprender una oración de invocación para que apareciera sin mover un dedo el deseo solicitado.
Acto seguido, el demonio les hacía escribir y firmar una “cédula” al hombre con su propia sangre: «Yo, Juan Trespalacios, hago donación de mi alma al Príncipe de las Tinieblas en su posesión de que me hace cumplir lo que le he pedido. Yo no reconozco a otro Dios sino a él, y así prometo de hoy en adelante no creer nada de lo que creen los cristianos» No se sabe si prometió en contraprestación entregar su alma al Diablo, o compartir su riqueza con la comunidad. Tenía finca agrícola en Cabo Mangle, desde donde se vino a radicar en Puerto Perla. A diferencia de los otros inmigrantes, don Juan Trespalacios no llegó a aventurar.
Sólo se sabe que vino por el rio Mira transportando canoas llenas de la almendra de tagua. Cuando el rio Mira se encontró con el mar Pacifico, arribó a Puerto Perla. Traía tanta tagua que no tuvo espacio para almacenarla, y decidió comprar el muelle más grande la isla para arrumarla y montar su despulpadora de tagua. Había generado la primera parte de su gran riqueza. Pero, el compromiso con el Diablo se siguió reanudando cada tres meses en la finca de Cabo Mangle hasta conseguir a Liliana, la mulata más hermosa de la frontera, y obtener el poder político de Puerto Perla.
Cuenta la gente que, cuando don Juan Trespalacios iba el viernes por la noche, todos los trabajadores debían irse para el pueblo de Cabo Mangle para no presenciar el rito satánico. Esa noche salían truenos y relámpagos de la casa. Al amanecer cuando llegaban los trabajadores a la finca, don Juan Trespalacios tenía otro semblante”.
Lea nuevamente el título y responda:
- ¿Por qué se llamará así esta persona?
- ¿Cuándo decimos que una persona es “el hombre más poderoso”?
- ¿Qué cree que va a hacer con la riqueza?
- ¿Qué cree que hará Juan Trespalacios con el gato negro?, ¿por qué?
- ¿Comprende lo que está sucediendo?
- ¿Cómo cree que se sintió Juan Trespalacios?, ¿por qué?
- ¿Qué significa la frase “Juan Trespalacios tenía otro semblante”?
Responda:
- ¿Qué oración describe mejor a Juan Trespalacios?
- Juan Trespalacios es ambicioso, egoísta pero bueno para los negocios.
- Juan Trespalacios es feliz, sencillo y bueno para los negocios.
- Juan Trespalacios es amargado, enojado y malo para los negocios.
- ¿Por qué al personaje lo llaman El hombre más poderoso del Pacífico sur?
- Porque todas sus actividades las realiza con la influencia del diablo.
- Porque con los negocios que hace duplica el dinero.
- Porque intercambió lo que tenía por algo que para él es más valioso.
- ¿Le gustó la historia? ¿Por qué?
¿Qué podemos aprender de esta historia?
Si usted hubiera leído este relato, sin realizar las preguntas planteadas ¿sería diferente?, ¿qué sería lo diferente y por qué? Como puede apreciar, los ejercicios que realizó antes, durante y después de la lectura del cuento, fueron prácticas de diferentes estrategias lectoras y le ayudaron a comprender mejor el texto.
Las personas que aplican estrategias durante estas etapas desarrollan habilidades que les harán lectores activos que interactúan con el texto y pueden interpretar y extraer el significado de lo que leen. Las preguntas que se formularon a lo largo de la lectura del relato fueron como pequeños altos en el camino, que obligaron a interactuar con el texto. Si bien, estas preguntas no le permitieron leer de corrido, lo hicieron detenerse unos momentos, obligándolo, sin darse cuenta, a comprender lo que había leído y luego continuar la lectura con una mayor comprensión. Un estudiante, por ejemplo, que aún no es un lector autónomo, y que al leer esta historia no se hace ninguna pregunta no aplica estrategias lectoras y tendrá dificultades para comprender el contenido de la historia. Dirá por ejemplo que la historia trata de un hombre que vende su alma al diablo para obtener riquezas, y no que se trata de un hombre que aprendió a ser feliz con cosas sencillas. ¿Nota la diferencia?
Es función de los instructores acompañar a los estudiantes a transitar por el proceso lector. Por ello es importante que conozcan qué es cada etapa y qué actividades puede realizar en cada una para practicar estrategias lectoras, enseñando con esto, a leer comprensivamente.