Feminista, Melissa Herrera es “La personaje 10 del día”

Melissa de los Ángeles Herrera Bonilla nació a la orilla del río Chapal al sur de la ciudad de Pasto (Nariño) hace 25 años. Es una mujer joven afro mestiza, madre, abogada (e), que se reconoce feminista y aporta con su capacidad intelectual y de gestión a la construcción de paz territorial.

Con más de una veintena entre diplomados, cursos y formación complementaria a su formación profesional en temas como: derechos humanos y derecho internacional humanitario, género, atención integral a víctimas, derecho minero, derechos de autor, liderazgo, filosofía humanizante y personalizadora, feminismos, ciencias exactas y naturales, herramientas metodológicas de investigación, formulación de proyectos y planes de negocio interculturalidad, innovación, desarrollo, Agenda 2030, movimientos sociales y pensamiento latinoamericano, método Nassen de diálogo, entre otros. Melissa ha inspirado y capacitado a cientos de mujeres y jóvenes en el municipio de Pasto y el departamento de Nariño para transformar la gobernanza a través de la formación de líderes para la defensa de sus derechos y deberes. Así como también ha generado el desarrollo de procesos comunitarios desde las bibliotecas públicas y comunitarias para el trabajo con enfoque de género.

Para Melissa la influencia de Lucía o mejor “Lucha” su madre, ha sido fundamental en su aprendizaje y agencia social. “Lucha” una mujer negra, cuyo origen dice la historia fue en Candelaria (Valle) es una sobreviviente de la práctica común – hasta hace unas décadas – de comprar, transar o «adoptar» niñas y niños en situaciones de vulnerabilidad estructural con la finalidad de qué estás y estos presten labores domésticas y/o de cuidado. «Con mi madre aprendí lo que significa ser mujer, sus cargas culturales y la pobreza extrema exacerbada por esta condición. Recuerdo las noches en que con la luz de una vela mi Lucha al final de su primera jornada laboral (que inicia hasta estos días a las cinco de la mañana y termina a las 10 de la noche), acompañaba mis sesiones de estudio en silencio o en acción, yo con un libro en las piernas y ella diciendo que la única herencia que podía dejarnos era la educación porque nadie nunca podría quitárnosla”.

Por esta razón al mirar su infancia desde el presente se siente afortunada, porque a diferencia de miles de niñas y niños, en su camino contó con varias herramientas para desarrollar el pensamiento, las emociones y las acciones entre estas los libros, de ahí que uno de los proyectos que lidera “Letras y Refajos: cuentos por la igualdad de género” en palabras de la escritora Nadia Fink tengan como propósito “contribuir al desarrollo personal y creativo de niñas y niños, poniendo énfasis en reforzar el entendimiento de nuevas perspectivas de genero que se basan en la igualdad de derechos y deberes” (Fink, N, 2018; p. 1). En el marco de este proyecto Melissa diseñó y validó la propuesta metodológica del Laboratorio #BibliotecasPorLaIgualdad en Pasto, Arboleda (Berruecos), La Cruz, La Unión y Buesaco en el norte del departamento de Nariño.

Melissa con la dignidad de una guerrera, tiene muy presente un hecho que marcó su vida para siempre ella lo valora desde el lado positivo del asunto: la resiliencia. «Cuando tenía 17 años mi poder de visualización me había llevó a conseguir legitimar un proyecto para empoderar a mis compañeras a través de la personería del colegio, así como también había logrado ingresar a la Universidad de Nariño aun cursando el grado once, no obstante, tal y como ocurre en Colombia en donde cada 4 minutos violan a una mujer, dos jóvenes abusaron sexualmente de mi cuerpo físico y con esto laceraron profundamente mi cuerpo emocional y espiritual. Ese fue un punto de inflexión en mi consciencia del ser mujer».

Fueron años de luchar para sacar adelante la carrera de Derecho en la Universidad de Nariño sobreviviendo a la depresión ocasionada por ese hecho y a la soledad a la que se enfrentan las personas que sobreviven a estas violencias y padecen esta enfermedad. Paralelamente a su lucha, nació Luciana, su hija y compañera de vida una niña que hoy tiene cuatro años y se caracteriza como la generalidad de las niñas y niños por tener una inteligencia superior.

De ahí, que resulta acertado afirmar que Melissa coadyuva a la transformación cultural necesaria para generar condiciones de igualdad en doble vía: estudiando, investigando, cuestionando, desafiando, asesorando jurídicamente con enfoque diferencial y de género e incidiendo políticamente en diferentes planes, programas y proyectos de las administraciones municipales y departamentales a través del mainstreaming de género o la transversalización de la perspectiva de género.

¿Cómo lo ha logrado? Ella responde: estudiando, participando y ejerciendo la ciudadanía juvenil. A través de la Plataforma Municipal de Juventud espacio organizado por ejes de trabajo, Melissa lideró la creación del eje de género y a través de este eje identificó, juntó y accionó organizaciones juveniles para posicionar en términos colectivos los problemas derivados del ser mujer o ser hombre joven en la sociedad actual. Lo anterior bajo un método de investigación básica que como resultado de su aplicación logro construir propuestas articuladas en el Plan de Desarrollo Municipal, y diseñar y posicionar el proyecto «Escuela Popular de Género» en el que trabaja actualmente ().

Nuestra Escuela, señala Melissa, es un espacio de aprendizaje colectivo en donde las personas dialogan sobre las lógicas del sistema sexo-genero, nuevas perspectivas sobre los géneros, el cuerpo, los derechos y las violencias basadas en género y, la construcción de un sujeto político en territorio en construcción de paz a través de los tres momentos de la educación popular: el sentir, el pensar y el crear herramientas para transformar. Pero eso no es todo, La Escuela Popular de Género “no solo es un espacio para incorporar conocimiento, sino que es un círculo de sanación individual y colectiva”.

Parece que la energía de Melissa es inagotable, su capacidad de reflexionar para actuar la ha llevado también a aportar activamente en la construcción de la política pública de género y diversidad de la Universidad de Nariño para transformar las condiciones de desigualdad que experimentan las personas en el ámbito educativo.

Actualmente es la fundadora y directora de la Fundación Colectiva Latinoamericana Viva la Vida, cuyo patrimonio señala es la capacidad intelectual. Sus proyectos han sido apoyados por organizaciones juveniles, la Editorial Chirimbote (Argentina) y La Fogata (Colombia), por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD, ONU VOLUNTARIOS, ONU MUJERES, La Dirección Administrativa de Juventud de la Alcaldía de Pasto, La Corporación ocho de marzo, La Secretaría de Género e Inclusión Social y la Dirección Administrativa de Cultura del departamento de Nariño.

Finalmente, es importante resaltar que el trabajo de esta joven la ha llevado a ser considerada un talento internacional, reconocimiento realizado por la organización Latinomics Internacional (2017), así mismo el Consejo del municipio de Pasto (2017) reconoció al eje de género de la Plataforma Municipal de Juventud por su trabajo de incidencia política para construir paz. De igual manera, fue finalista en la convocatoria regional “Jóvenes por los ODS en acción 2030” (2017), finalista al premio nacional de “Voluntariado Juvenil para la Paz” (2017), y ha recibido reconocimiento por parte de las Naciones Unidas por gestionar y llevar a cabo proyectos de alto impacto en contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en la región.

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