
El periodista, escritor y experto en temas musicales Juan Carlos Garay vino a Pasto para hablar de jazz, ambientar un poco el próximo evento musical de este ritmo que ya se avecina y para hacer un rápido recorrido por la historia de este ritmo o género.
En su recorrido por la ruta del jazz, Garay destacó a intérpretes como Fats Wally, Louis Armstrong, Charlie Parker, Dizzie Gillispie, Billie Holiday, Ela Fitzgerald y otros y resaltó algunos aspectos específicos de ciertos momentos históricos, como la evidente segregación racial y el efecto sobre los artistas negros en Estados Unidos.
«Es indudable que el jazz proviene originalmente de los negros en el sur de los Estados Unidos, pero también es un hecho que de ahí surgieron otros ritmos, no solo en este país sino por todo el continente», dijo Garay.
Juan Carlos Garay, periodista, escritor y experto en el tema del jazz.
Pese al notable énfasis que el escritor hizo sobre este periodo histórico, luego habló también de la penetración de los músicos blancos en el jazz y destacó las diferencias fundamentales entre orquestas de unos y otros. Las negras siempre resaltaron por el sabor y el «swing», que fue el término para definir la emotividad de los temas, mientras que los blancos brillaban por la limpieza de sus interpretaciones, pero jamás llegaban a las temperaturas de los primeros.
Sin embargo, «esta etapa se superó para bien de todos y muy especialmente de los músicos, que continuaron evolucionando en los ritmos sin tantas preocupaciones sociales», dijo Garay.
Del swing al «soye»
En la medida en que avanzó el siglo XX y las condiciones sociales y economía fueron cambiando, los ritmos musicales y muy especialmente los intérpretes, también debieron acomodarse a las circunstancias.
De esta manera, las grandes orquestas le dieron paso a las agrupaciones más reducidas, los quintetos, sextetos y hasta septetos, comenzaron a sobresalir y nuevos intérpretes a brillar entre los preferidos de la gente. Pero el jazz se volvió lento y las piezas musicales ya no invitaban a salir a la pista, sino a experimentar otras sensaciones, de pronto más sensuales o intensas.
El swing le había dado paso al soye y eso marcó, «tal vez para siempre, el nuevo sendero que seguiría esta música», según Garay. Ese factor puede ser el que volvió a este ritmo un asunto de pequeñas elites , que para el caso de Colombia fue unos circulitos muy cerrados de intelectuales durante mucho tiempo. Suena paradójico, pero fue así, la música bastarda que nació entre burdeles y cafetines de mala muerte, terminó en las colecciones privadas y costosas de ricas «personas de bien».
Al cierre de su charla, garay mencionó a Oscar Acevedo y Antonio Arnedo como los más fieles promotores del jazz en esta parte del continente en las últimas décadas.
Garay invitó a todos a gozarse la edición del Cuarto Pastojazz, que se viene en septiembre con un cartel muy especial.