Los quince de La Guagua

Aníbal Arévalo Rosero

Hay personas que nacen con la vena artística, la heredaron de sus padres o abuelos a través de los genes; pero también se hicieron con el tiempo, al cultivar esa semilla que florece en el alma de la creación. No podemos dejar de lado el aporte que ha hecho el maestro Julio Eraso, al forjar en las mentes de jovencitos el amor por el teatro. Hace tres lustros se propuso impulsar un proyecto teatral que, hoy por hoy, viaja por el espacio sideral de las artes con luz propia. Esta apuesta se configura como Corporación Escénica de Pasto La Guagua, y en el transcurso de estos quince años se han dedicado a amar lo que hacen.

Durante este tiempo se dedicaron a leer, releer, investigar, crear, ensayar y llevar al escenario obras teatrales. La Guagua nació en 2008, principalmente, con jóvenes del Liceo de la Universidad de Nariño, una institución que lleva en su currículo oculto artes como la oratoria y el teatro. Este ha sido el caldo de cultivo para perseverar en el tiempo y superar los escollos que forman parte del programa de la vida.

Nos cuenta el maestro Julio que su perseverancia se basa en un acto de fe y la tenacidad de su equipo de actores. Hacer teatro va más allá de vocación y de querer hacer las cosas en un medio donde la cultura no es muy bien entendida por quienes nos gobiernan. La cultura va más allá del acto de diversión; las expresiones culturales, y en particular el teatro, es la misma vida en un solo escenario que se transporta por varios escenarios. El teatro de la vida es como un árbol frondoso, con muchas ramas que brinda sombra fresca y que integra talentos con un extracto creativo. Es la misma esencia, cual colibrí se posa en el aire inmóvil por breves segundos para libar el néctar de las flores. Y la flor para el teatrero son las tablas que soportan su ser creador.

El maestro Julio Eraso nos dice que estos quince años van a celebrar teatro con teatro, es por ello que presentaran tres obras en repertorio: El portal mágico, de la literatura de Rafael Pombo, La Ceniza en los párpados y Killa Raymy. La ceniza de los párpados nació como una obra de calle creada por 20 artistas; en sus inicios intervino la Banda Sinfónica. La obra se hizo con base en la carroza ‘El Colorado’ del maestro River Insuasty, que recrea aspectos de la Navidad negra, como un proceso investigativo donde cada personaje se levanta para manifestar sus sentimientos frente al papel que le tocó vivir en esa parte de la historia.

Con ello se descubre, que poco a poco en el Departamento de Nariño se va creando un público para el teatro, teniendo una mirada crítica del contenido de las obras, pero esa misma disposición para admirar el arte desde su interpretación histórica.

De esta manera, esperamos que haya más jóvenes que se inclinen por una de las artes tan expresivas y creativas, como lo es el teatro; un público para el teatro contribuye a que haya público que admire las demás expresiones artísticas.

Saludamos a La Guagua en sus quince primaveras; esperamos que el departamento de Nariño se convierta en un epicentro del arte y la cultura para los próximos lustros. Abrazo para todos los integrantes de La guagua.

Comentarios

Comentarios