Desde que en Colombia se abrió la posibilidad de negociar y construir la paz, con inclusión e igualdad social, los y las jóvenes del país nos hemos aferrado a esa esperanza. Hemos acompañado todos los procesos de diálogo, hemos marchado pacíficamente, hemos usado las redes para hacer campañas defendiendo nuestro deseo de tener un país mejor. El paro nacional del 21 de noviembre de 2019 fue una muestra de nuestra fuerza y de nuestro compromiso de trabajar incansablemente por el país que queremos y que nos merecemos. Nos sentamos con el gobierno en la conversación nacional con la misma esperanza; participamos activa, disciplinada y respetuosamente. Con la misma disciplina y respeto esperamos la respuesta del gobierno.
A pesar de todos nuestros esfuerzos, hoy lloramos a los y las jóvenes que mueren masacrados a manos del crimen organizado en los territorios, o a manos de la fuerza pública, en recurrentes actos de abuso de poder. Seguimos siendo estigmatizados, nuestro activismo es criminalizado, nuestras muertes son justificadas. La sociedad y el Estado que debería protegernos, divulgan mensajes que validan estos crímenes contra la juventud. Somos jóvenes en un país donde la pena de muerte no es ley, pero las ejecuciones extrajudiciales se han normalizado. Cada muerte de cada jóven tiene una perversa justificación que alimenta además la impunidad.
Pese a esto, seguimos insistiendo en nuestro anhelo de tener un mejor país; sobre todo porque sabemos que tenemos las capacidades, el amor y la disciplina para construirlo. Nuestra protesta no se limita a las calles. Todos los días impulsamos iniciativas colectivas que nos mantienen vigentes. Este 19 de septiembre nos hemos citado varias organizaciones ciudadanas para identificar acciones concretas que harán parte de nuestra agenda jóven. una agenda urgente que guiará nuestras acciones para posicionar al movimiento juvenil, asumir nuestro liderazgo en la defensa e implementación de la paz territorial, exigir al Estado colombiano que garantice nuestro derecho a la vida y a la paz y fortalecer los liderazgos juveniles en los territorios.
Antes de esta generación joven, antes del propósito de la paz, este era un país muerto, apático y la voz de la sociedad civil era tímida. Nosotros, los y las jóvenes hemos mantenido la participación y la movilización ciudadana activa; esa llama no la vamos a dejar apagar, ese ímpetu no lo vamos a perder. Colombia puede empeñarse, desde la negligencia o la incompetencia, a acabar con el presente y el futuro del país; pero la juventud seguirá empeñándose en florecer y permanecer hasta que todo sea realmente mejor, para nosotros, para los que vienen y para las generaciones mayores que nos lo deben. únete a la construcción del país que nos ha sido negado
Invitación a construir colectivamente la agenda de jóvenes y paz de Colombia, el sábado 19 de septiembre a las 3pm, por zoom. Registrate en: https://us02web.zoom.us/j/83997136507?pwd=cWxvQWs0T1lFSWN6dHVjbDhvL25ZUT09
#AgendaJóvenYa