Fotografía: Archivo. Isidoro Medina Patiño
Investigación: Fundación Estanislao Merchancano www.isidorohistoria.com
Los gestores e impulsores de la creación
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La Amazonia, territorio en gran parte del nuevo Departamento de Nariño
Fotografía de la sede Centro de la Universidad de Nariño Fotografía del Morro en Tumaco-Nariño Cuadro de los arrieros Fotografía de la vía actual Junín-Barbacoas |
Una vez creado el Departamento de Nariño, mediante la Ley 1ª. de agosto 6, de 1904, el primer gobernador, Julián Bucheli, trazó su plan de gobierno sustentado en tres principios: a) “Administración pública eficaz y dinámica; b) Infraestructura vial para el despegue de la economía y c) la educación como fundamento del desarrollo. El primer equipo de trabajo en la administración departamental estuvo compuesto por Justo Guerra, Secretario de Gobierno, Peregrino Cerón, Secretario de Hacienda y Enrique Muñoz, Secretario de Instrucción Pública. Se organizaron diferentes frentes según las actividades a estudiar del orden nacional o departamental en ellos estuvieron: Daniel Zarama, Jorge Samuel Delgado, Manuel María Rodríguez y Luciano Herrera. Para poner en marcha el proyecto Universidad de Nariño colaboraron José Rafael Sañudo, Benjamín Belalcázar y Fortunato Pereira Gamba.
Con la creación del décimo departamento, esa generación de nariñenses, cuyo hombre más representativo era el recién posesionado gobernador, aprovecho el momento para proponer, un modelo de territorio, como región autónoma; que recogía las ideas de muchos intelectuales y empresarios locales, las mismas que se articularon con las del nuevo presidente de Colombia (Rafael Reyes Prieto).
Consecuentes con los ideales de modernidad, rebajaron la intensidad de la polémica en cuestión religiosa, que repercutía en el accionar de los ciudadanos y facilitaron con su actitud tolerante, que los partidos abandonaran aunque sea por espacio de pocos años la lucha político-religiosa y juntos buscaran los caminos del progreso y reconciliación, sendero que todavía hoy, después de más de 100 años seguimos buscando. En el archivo histórico de Pasto, reposan comunicaciones en clave, entre el mandatario nacional y el departamental en las cuales se refleja esa perfecta compenetración entre ellos y la imperante necesidad de ser “tolerantes”.
Bucheli entonces, con su grupo de trabajo se dio a la titánica tarea de crear un fuerte sector educativo, que fuera capaz de producir el recurso humano que los nuevos vientos requerían; razón por la cual impulsa varios proyectos en este campo: la creación de la Universidad de Nariño, la escuela Normal de Señoritas, la Escuela de artes y oficios con profesores traídos desde Bogotá. Adquirió una imprenta con todos los adelantos modernos para la edición de un periódico departamental, que publicará información científica; lo anterior se concretó con la publicación de la “revista de ingeniería”, que impulsó el Ing. Fortunato Pereira Gamba desde la recién creada Facultad de matemáticas e Ingeniería.
La Universidad de Nariño se creó mediante decreto 049 de 7 de Noviembre de 1904, en su articulado de creación hay un inciso que se ha quedado olvidado, es el que habla de: “la pertenencia a la institución de las facultades de Pasto y Barbacoas”, con esto se hace un reconocimiento a Barbacoas en el desarrollo comercial y minero de la región. La creación de la Facultad nacional de Matemáticas e Ingeniería fue refrendada por el Presidente Rafael Reyes, mediante Decreto No. 589 de 8 de junio de 1905, en el cual se especificaba que se darían las mismas enseñanzas y regiría el mismo plan de estudios de la Facultad de Matemáticas e Ingeniería de la Universidad Nacional y sería financiada por la nación. Para el logró del objetivo propuesto, se vinculó a los mejores profesores de su tiempo en estas ramas los ingenieros: Fortunato Pereira Gamba, Belisario Ruiz Wilches , Jorge Alvarez Lleras y Pablo E. Lucio.
El 20 de Noviembre de 1905 quedo establecida la Universidad con las facultades de Derecho y Ciencias Políticas, Matemáticas e Ingeniería y la clase de comercio; como rector de la Facultad Nacional de matemáticas e Ingeniería fue nombrado el Ing. Fortunato Pereira Gamba y como rector de la Facultad de Derecho y de Comercio, el padre Benjamín Belalcazar. La orientación dada por Pereira tal como el mismo lo anota en sus escritos privilegiaba más la práctica que la teoría, por eso escribió: “menos matemáticas y más ingeniería”. Sobre este tópico el decía: “Ni la sola experiencia ni la teoría sin ella producen un ingeniero; pero hay que confesarlo, en la disyuntiva es preferible la experiencia a la teoría”.
Con el apoyo de la nueva Facultad de Matemáticas e Ingeniería, se proyectaron grandes obras tales como: la construcción de la carretera central (unía a Pasto con el Norte del país), se empezó a estudiar el camino de herradura a través de la cordillera, que permitiera la colonización del Putumayo, el Caquetá y la Amazonía. Se inició el trazado y construcción de una red nacional de caminos; se elaboraron los primeros planos de los municipios y se empezó el diseño de los sistemas de acueducto y alcantarillado urbanos. Se inició las discusiones básicas para el diseño del ferrocarril que uniera a Tumaco, Ipiales, Pasto y su conexión con el Putumayo, en consonancia con las perspectivas transoceánicas que había prospectado el Presidente de esa época. Al termino del quinquenio de Bucheli y con el nuevo gobierno del general Eliseo Gómez Jurado, vino el cierre de la facultad y de la revista, aduciendo “el gravísimo costo para la nación” (sin comentarios frente a esta desacertada decisión)
El interés de Bucheli era sin lugar a dudas integrar a Nariño con los mercados internacionales y trabajar en el fortalecimiento de la exportación e importación a través del puerto de Tumaco y más adelante desde La Sofía (Putumayo) y la navegación fluvial por los ríos Putumayo y Amazonas hacia el Atlántico (Belem do Pará). Desde esa época se sabía que el futuro estaba, en los mercados externos aprovechando su privilegiada posición de disponer de pasos fronterizos y puertos sobre dos océanos (Pacifico y Atlántico). Después de casi 108 años de creación del Departamento, no tenemos una Universidad verdaderamente comprometida con el desarrollo regional, las vías de comunicación siguen siendo unas trochas, el ferrocarril es un fantasma del pasado, la integración con los mercados internacionales se perdió para la región y lo que es más duro se extravió esa gente con espíritu empresarial y visión de futuro colectivo. ¿La pregunta final es que nos pasó?