Atreverse a competir con empresas norteamericanas, argentinas, mexicanas, chilenas y de gran parte de centro américa es una cosa que cualquiera puede hacerlo; ganarles es otra cosa muy distinta. Pues eso fue lo que ocurrió en 2013, en el concurso internacional convocado por Inversiones.com y auspiciado por la Revista Summa para emprendedores. Además de los $ 5.000 del premio se hace acreedor a un reconocimiento internacional y la invitación a participar en eventos de carácter internacional; empresarios, gestores, investigadores y promotores de iniciativas productivas e innovadores se unen en una red con el fin de impulsar emprendimientos que aporten soluciones energéticas en nuestro planeta.
Empresas como Elebev de Estados Unidos, Goodenergy de Argentina, Tubepol de México y Easypizza de Argentina, favoritas a llevarse el primer premio por su trayectoria y presencia internacional, tienen que resignarse a ocupar el segundo, tercero y cuarto lugar tras la acogida del proyecto presentado por el Nariñense John Richard Obando, Gerente de HSC-Nariño, que hace expresar al jurado calificador, de manera unánime, que “esta iniciativa es, sin duda alguna, una de las mejores opciones para aportarle soluciones energéticas limpias a muchos países de nuestro planeta”. En esta convocatoria de Inversiones.com participaron 190 concursantes de 9 países alrededor del mundo. Expresa este mismo jurado, integrado por catedráticos, empresarios y visionarios que “Los resultados fueron mejores de lo previsto, demostrando gran potencial, pasión y visión…”. Pero, una vez leídos, analizados y sustentados los proyectos propuestos el elegido es “Vientos de energía”, del nariñense Richard Obando por cuanto su desarrollo y aplicación implica no solo aspectos netamente energéticos sino, y quizá, lo más importante, contenidos sociales y de gran relevancia para la conservación del planeta.
Para este emprendedor todo inicia cuando en sus recorridos por la costa pacifica nariñense encuentra una realidades que le hacen pensar que la mano del Estado no puede seguir ausente; encuentra comunidades en las cuales no existe la presencia de fuentes de energía eléctrica y en consecuencia no pueden entrar en igualdad de condiciones a una era donde la competencia de producción y mercadeo es innegable. Manifiesta Richard Obando como le dolió ver a muchos compatriotas que no conocían “un bombillo, una estufa y mucho menos gozaban de entretenimiento o internet”, además, continúa con profunda preocupación, “ante la ausencia de estas fuentes energéticas la población se ve obligada a talar arboles y destruir bosques en su animo de preparar sus alimentos, es así como muchas especies nativas se encuentran amenazadas y muchas ya han sido extinguidas de nuestro suelo patrio”.Fue ahí, en ese instante, en esos momentos, ante la presencia de esos otros colombianos que nació y creció en su mente la idea de formular proyectos que incidan en la superación de esta terrible realidad nacional. Y nace “VIENTOS DE ENERGIA” como una alternativa de generar energía partiendo de elementos naturales como el Sol, el viento y los ríos, pues, manifiesta John Richard, “en todas estas comunidades se goza de estos tres factores: agua, viento y sol y eso es lo único que se requiere para llevar bienestar y progreso a esta gente y su región”. Lo demás, insiste, “es simple voluntad política y una amplia visión de sus gobernantes, alcaldes y gobernadores que faciliten y posibiliten el desarrollo de este tipo de iniciativas como lo propone al mundo entero VIENTOS DE ENERGIA”.
El proyecto “Vientos de Energía” consiste en el montaje de pequeñas centrales eléctricas (PCE) que mediante el aprovechamiento de la energía solar, la eólica y hasta la hídrica, generan una energía limpia ya que la intervención en el ecosistema circundante es mínima. «Queremos cambiar la cultura de la leña y el carbón que genera daños en nuestros bosques y selvas afectando además la salud al inhalar los humos producidos en esta combustión». La idea se impone en el planeta y ya son muchos los inversionistas que han manifestado su deseo de apoyar económicamente esta iniciativa.
Pero Richard Obando es categórico y contundente cuando afirma que su mayor deseo es “aplicar ydar vida a su iniciativa en su Nariño, en esta región mágica y olvidada que parece no salir de unas épocas ya superadas hace muchas décadas por otras regiones”, y afirma que “confió en la inteligencia y voluntad de nuestro gobernador y de nuestro alcalde para que de esta manera podamos entrar de una vez por todas al siglo XXI en igualdad de oportunidades y condiciones…”. Llevar progreso, desarrollo y bienestar es la condición básica de la civilización y para este visionario salido de las entrañas de su Pasto este premio es la mejor oportunidad para decirle a los alcaldes de su departamento, especialmente a los de la costa pacifica, sin olvidar ni ignorar a los municipios de la zona andina, que “piensen en su gente, que inviertan recursos en el montaje de las pequeñas centrales eléctricas que funcionarán con agua, sol o viento… solo así superaremos este atraso milenario que nos condena a ser ciudadanos de segunda y de tercera en un país tan rico como Colombia. Esta es la mejor oportunidad para pensar en la gente, en la naturaleza, en la biodiversidad, en los bosques, en las selvas, en los milagros de esta naturaleza que cada vez que la vemos y contemplamos nos transmite tantas sensaciones de alegría y paz, pero también de dolor y sufrimiento por cuanto cada día, cada minuto y segundo se pierde en estos ecosistemas la posibilidad enorme de proyectarnos como potencia ecológica ante el mundo entero…”.
Llegó la hora de la energía limpia a Colombia de la mano de este pastense que juega con el Viento y con el Sol, como jugaba de niño con las maquinas fotográficas de su padre hasta destruirlas para dar lugar a pequeños telescopios y microscopios con los cuales cautivaba la imaginación de sus compañeros de barrio. Quizá la ciencia, la innovación y la tecnología nace en esos pequeños instantes, en esos momentos en los cuales la curiosidad parece una travesura y es aquí, en esos momentos, cuando la sociedad colombiana debe fomentar ese espíritu investigativo. Serequiere la modernización de un sistema educativo, el fomento de la ciencia y la investigación en las pequeñas mentes infantiles. Memorables los instantes pasados con John Richard cuando a una pequeña cometa le agregaba un aditamento eléctrico que iluminaba en las noches y eran horas de tedio eterno cuando desde el tejado de la casa esas pequeñas luces que prendían y apagaban, para desconcierto de los vecinos.Sin duda alguna que fue ahí cuando nació “VIENTOS DE ENERGIA” y que hoy, después de tres décadas, obtiene reconocimientos a nivel internacional dejando atrás a empresas y países donde el apoyo económico y la inversión es notoria. Felicitaciones a John Richard, a este visionario que nos da lecciones de patria y esperanza en esa sensibilidad hacia lo bueno, hacia su gente y hacia la transformación basada en el respeto y la conservación de la vida y las diferentes especies.