De lo positivo de la aprobación del nuevo Código Electoral es haber incluido un artículo el día ayer, 16 de diciembre en horas de la noche, para que las listas de elección a las corporaciones públicas estén conformadas por el 50% de mujeres y el 50% de hombres, a excepción de las que eligen menos de cinco curules donde la participación de las mujeres en estas listas es el 30%.
Las nuevas generaciones de mujeres colombianas debemos reconocer que el camino de la igualdad y equidad de género en sentido material ha sido de larga data. Hay que recordar aquella Constitución Política de 1832 que estableció el derecho al voto solo para hombres, mayores de 21 años, casados, quienes además debían poseer bienes que sumen fortuna.
Así se avanzó con la Ley 28 de 1932 que reconoció teóricamente la igualdad entre hombres y mujeres en cuanto a derechos civiles; luego en 1945, se reformo la constitución vigente de 1886, reconociendo los derechos de ciudadanía para las mujeres, con los que quedaron en relativa equivalencia a los hombres mayores de veintiún años.
Fue en el gobierno de Gustavo Rojas Pinilla en 1954 que se oficializó el derecho de la mujer para elegir y ser elegida. En el plebiscito del 1º de diciembre de 1957 las mujeres votaron por primera vez en una reforma constitucional de catorce artículos para la paz en Colombia; por vía institucional, se depositaron un total de 4.397.090 votos correspondientes a 1.835.255 mujeres y a 2.561.835 hombres.
Con la Ley 1475 de 2011 o Reforma Política se avanzó en la reglamentación sobre la participación de la mujer en los cargos de elección popular, se aceptó el 30% de mujeres en las listas donde se elegirían 5 o más curules. En el mismo sentido, con la Ley 581 de 2000 se determinó que el 30% de los altos cargos administrativos de las tres ramas del poder público debían estar ocupados por mujeres.
Sigue en construcción el camino de la participación política de las mujeres, sin embargo, es un logro importante la aprobación que se realizó en horas de la noche del día de ayer 16 de diciembre por parte del Senado de la República con 90 votos por el sí y uno por el no, el artículo de la paridad. Estos instrumentos con seguridad fortalecerán e invitarán a las mujeres colombianas a romper los techos de cristal, a exigir acciones afirmativas, a organizarse y prepararse políticamente para avanzar y apalancar a las demás.