Una solución vial inútil e ineficaz. Nariño se hunde en su desesperanza

A menos de tres días de inaugurada una vía de carácter provisional y que permitiría un respiro a la economía de Nariño, se presenta un deterioro que nos permite expresar que el remedio fue peor que la enfermedad.
Una vez más Nariño colapsa y se encierra en su geografía que impide una dinámica comercial con el resto del país. Este desastre ya no sólo es vergonzoso sino indignante. Indica deterioro afectivo de los gobiernos de turno con un departamento que centenariamente ha tenido que soportar los embistes de la desidia y el abandono estatal.
Lo cierto es que ya no soportamos más. Llegó la hora de pronunciarnos como pueblo y elevar nuestra voz para exigir, por lo menos, una explicación a esta nueva bofetada para el pueblo nariñense.
No se entiende cómo a menos de tres días y de una cuantiosa inversión y de anunciados estudios técnicos y de una inauguración con presidente y ministros a bordo, nos encontramos con el tedioso espectáculo de una vía en total deterioro y de imposible circulación para todo tipo de vehículos.
Nariño no merece esta suerte, debe levantarse como los grandes para exigir un trato digno y decoroso, que permita vislumbrar un futuro honroso y en correspondencia con su talante de pueblo culto y civilizado.
Un llamado a nuestros gobernantes, autoridades, entidades y organizaciones para que en una sola voz reclamemos ese trato que centenariamente imploramos.
Nuestra deteriorada economía se ve una vez más amenazada por un cataclismo que va más allá de las simples circunstancias climáticas o invernales. Es la indolencia de nuestra gente, en gran parte, causante de estos permanentes y rigurosos desastres.
Nuestra economía, como ya lo hemos expresado, se afecta de manera irreparable, se anuncia cierre de pequeñas y medianas empresas generando pobreza, desempleo y un sentido abatimiento entre los nariñenses.
Pero, invocamos a la inteligencia y sensatez de los nuestros para encontrar salidas verdaderas y en condiciones de respeto y dignidad.
Por lo pronto, no entendemos cómo el gobierno nacional no declara para Nariño una EMERGENCIA ECONÓMICA que aliviane en algo la terrible situación económica de nuestra región.

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