20 de Julio, Narcolombia

¿Recuerdan cuando, en pleno estallido social (el de mensaje político), se insistía en que, si nos queríamos acercar a un verdadero cambio, deberíamos empezar con oxigenar al Congreso de la República?, eso sigue siendo la premisa y la consigna en nuestro país.

Un presidente en Colombia puede tener todas las aptitudes y actitudes para promover el tan anhelado cambio, pero muy poco puede hacer al momento en el que varios congresistas continúan siendo discípulos de los intereses económicos de unos pocos.

Lo más grave aquí está en que dichos legisladores, con o sin conocimiento, están aportando al crecimiento del narcotráfico. Hay tantos visos para darse cuenta de eso que usted lo puede ver con tan solo alzar su cabeza y mirar de derecha a izquierda en cualquier parte del país.

Carros de gama supremamente alta (se dice que en Pasto hay dos o tres Ferrari); pero cuando usted los ve y pregunta, resulta que son de propiedad de jóvenes comerciantes, quienes responden tener locales en el centro de la ciudad. Puede ser que les esté yendo bien en materia económica, sin embargo, en pueblo chiquito, sabemos quiénes son los de dinero y aplaudimos a los que por su profesionalismo o dedicación a una empresa podrían obtener el Ferrari, no obstante, a los trabajadores ricos que conozco y respeto, no se les pasa por la cabeza comprarse un Ferrari.

También es necesario recordar que el narcotráfico de ahora no es el mismo de Pablo Escobar, cambió, y se dedica a no ser tan pomposo, además ha estado respaldado por varias esferas estatales; cuántos no coinciden en que venimos de varios años en un narcoestado, el principal sueño de Escobar Gaviria. Es decir, el narcotráfico está allí, pero no hay un ‘representante’ por región como antes. Los tentáculos convencen y cualquier empresa podría aportar en el lavado.

¿Será coincidencia que luego del retiro de los generales por este Gobierno, haya empezado una guerra por volver a controlar el territorio, y también una disminución de la sacada de la droga? La paz no se alcanzará en Colombia mientras se quiera ser rico sin el sudor de la frente.

Comentarios

Comentarios