En esta Noche Buena le quiero pedir al Niño Dios varios anhelos. De tanto que uno tiene para suplicarle, llega a mi mente una primera, y es la liberación de todos los secuestrados o que, por lo menos, haya una atención y presión de los medios masivos de comunicación, como cuando estaban encadenados políticos, militares de alto rango, reconocidos periodistas o extranjeros de países importantes.
También le imploro sabiduría en democracia para nuestros gobernantes. Si bien se entiende la polarización existente, sí es necesario que las críticas al Gobierno sean responsables, reflexivas, y no basadas únicamente en lo que dicen las redes sociales, los medios masivos o el líder político de su agrado. Hay que insistir en que al verdadero poder, dueño, además, de los principales noticieros, no le conviene corrientes progresistas. Los errores de Petro salen a la opinión pública para que seamos vigilantes, pero debemos analizar los hechos y comprender si hacen parte de una estrategia mediática en su contra.
Asimismo, le suplico que la mayoría del pueblo colombiano entienda lo beneficioso del cambio en los temas estructurales, los cuales, mejorarán la calidad de vida de todos. Por ejemplo, apoyar la paz total debe ser una política, si bien será muy complejo de negociar, no podemos caer en que habrá impunidad, los parámetros están claros en cuanto a seguridad paralela se refiere.
Empezar a poner las primeras piedras para que el país sea productor es coherente para mejorar nuestra economía. Entregarles a las asociaciones de camioneros la auditoría sobre las concesiones viales extranjeras y de Sarmiento Angulo, nos llevará a mejorar carreteras y a bajar costo de peajes. Igualmente, con otorgarles a las Juntas de Acción Comunal campesinas la veeduría de las vías terciarias. Esto, importantísimo para empezar a creer en un país productor agrícola.
Del mismo modo le ruego que nos ayude a ser reflexivos para elegir a los nuevos gobernantes regionales, habrá mucho personaje que se subirá al bus del cambio, pero que todos sabemos de su interés e interior político.
Y una manito al Deportivo Pasto, para que en el 2023 sea protagonista y nos dé la tan anhelada segunda estrella.
Por: Emilio Jiménez Santiusti