Celso Hernando Enríquez Bucheli. Un saludo póstumo al pintor
Por: Rosa Isabel Zarama Rincón
El alegre colorido de los zarcillejos que adornan los balcones externos de la Casa de la Cultura- Pinacoteca departamental se combinan con la magia de color que despliega la VII Exposición de Arte y Cultura Popular, en donde se reúnen los artistas: Emilio Delgado, Jesús Muñoz Lora, Luis Villota, Claudio Martínez, Carlos Benavides y Celso Hernando Enríquez Bucheli. En este perfil me centraré en el artista pastuso Enríquez Bucheli (1950- 2022), cuya reciente partida el 24 de agosto de este año conmueve; más al saber que le entusiasmaba la idea de participar en la exposición en mención en donde compartiría junto con sus amigos. Conviene anotar que la VII Exposición de Arte y Cultura Popular se podrá disfrutar hasta el 7 de octubre.
Hernando fue el sexto hijo del matrimonio conformado por Celso Enríquez Rosero y Leonor Bucheli. En la Universidad de la Salle de Bogotá cursó unos semestres de arquitectura y de contabilidad. Trabajó con su padre quien desarrolló varias actividades entre ellas se dedicó al cultivo de trigo y de cebada y fue socio del molino Las Américas. En esos espacios Hernando aprendió el amor por los negocios, la contabilidad y el deseo de crear empresas; estos proyectos los consolidó en: Pasto, Tumaco, Popayán y Bucaramanga.
Sus hermanos recuerdan que desde niño demostró una gran inclinación por el arte, por eso disfrutaba del teatro, el arte y la pintura. Adulto tomó clases en varios lugares, entre ellos con el pintor Carlos Santacruz. Sus hijos lo recuerdan siempre dibujando y pintando. Esa vocación por lo artístico se consolidó cuando entre 1997 y 2002 estableció una marquetería y galería de arte junto con su hija María Victoria, artista plástica de la Universidad de Nariño y su Sancho Panza en todas sus aventuras. En ese espacio dio a conocer su obra y la de otros colegas, así mismo, conoció y dialogó con numerosos artistas, lo que contribuyó a su consolidación como pintor.
En marzo de 2007, en el salón Palatino de la Universidad de Nariño hubo una exposición de treinta de sus obras. Para Enríquez resultó vital conocer al maestro Carlos Benavides con quien compartió numerosas inquietudes artísticas. En los últimos años, recibió un reconocimiento académico como maestro de Artes Populares que le otorgó el IADAP, Instituto Andino de Artes Populares. Con esta institución deseaba contribuir a la formación de la juventud para que conservaran vivo el arte y la cultura popular.
Abstracto
Era un pintor de óleo sobre lienzo y de técnicas mixtas, que prefería representar el arte abstracto, no obstante, plasmó numerosos paisajes de los Andes nariñenses entre ellos: el Volcán Galeras o la Laguna verde y bodegones en donde representó alimentos de los municipios nariñenses como quesos o cítricos, además de flores, por pedidos plasmó a la virgen de Las Lajas y paisajes. La sala de su apartamento ubicado en el Parque Infantil muy cerca de Comfamiliar, le servía como galería de arte a donde llegaba adquirir sus obras, las personas interesadas en su arte.
Ciudad sorpresa
Fue un hombre sencillo que disfrutaba de la compañía de sus cinco hijos, de sus nietas y de sus bisnietas a quienes les contaba historias maravillosas, muchas veces acompañado de un tinto y con un cigarrillo en la mano. Las personas al despedirse le agradecen su arte en donde pasmó diferentes aspectos de la cotidianidad, el paisaje de su querido departamento de Nariño.
Para la elaboración de este escrito la autora agradece la colaboración de Catalina Enríquez y de Diana Marcela Galvis Enríquez.