En la tierra de mis mayores.
El día 10 de abril del 2021, desde Bogotá, y después de estar montados en un avión Airbus 320 de Iberia con capacidad para 195 pasajeros, durante nueve horas de navegación atravesamos el oriente de Colombia por los Santanderes, parte de Venezuela por el lago de Maracaibo, el turbulento espacio del océano Atlántico, Portugal, y el occidente de España, para finalmente llegar al aeropuerto de Barajas en Madrid. España.
Gracias al servicio gratuito de Asistencia de Movilidad Reducida, fuimos recogidos directamente en el avión y trasladado a la zona de inmigración, en donde no tuvimos inconveniente alguno para entrar al terminal aéreo del país ibérico y tres horas más tarde llegar en otro avión un poco más pequeño a nuestro destino el aeropuerto Helmut Schmidt del puerto de Hamburgo.
Hamburgo, es una ciudad-estado alemana, situada en el norte de Alemania. Tiene una extensión de 755 km² y 1.857.727 habitantes; es la segunda ciudad más poblada de Alemania, después de Berlín; la tercera de Europa Central y la séptima de la Unión Europea. El puerto es el segundo más grande de Europa, solo tras el puerto de Róterdam en Holanda, y uno de los veinte más grandes del mundo. Hamburgo se encuentra a 290 kilómetros al noroeste de Berlín.
El puerto se encuentra a orillas del río Elba, que desemboca en el mar del Norte a unos 100 km de distancia. Desde su desembocadura hasta Hamburgo el río es navegable, incluso por barcos grandes, lo que convirtió a la ciudad ya hace siglos en un puerto importante. Está comunicado por diferentes canales navegables para embarcaciones pequeñas.
Los orígenes de Hamburgo se remontan al año 808 d. C., en el que Carlomagno mandó construir el castillo Hammaburg para defenderse de los pueblos eslavos, desde el que se vigilaba la zona al norte del río Elba, donde burgo significa castillo. El término Hamma sigue siendo incierto, si bien puede significar «bosque”, así como la ubicación de este castillo.
Durante la Segunda Guerra Mundial la ciudad fue devastada por bombardeos; el nombre clave del principal ataque aliado fue Operación Gomorra (1943-1945), que provocó la muerte de alrededor de 40.000 personas. La Operación Gomorra fue llevada a cabo a partir de finales de julio de 1943 por la Real Fuerza Aérea británica (RAF) y las fuerzas aéreas estadounidenses (USAAF), y en su momento fue la mayor campaña de bombardeos de la historia de la guerra aérea.
Paseo por el mar Báltico.
Aprovechando que el gobierno germano dio apertura a sus sitios turísticos del mar Báltico, tomamos automóvil hacia el norte del país rumbo al puerto de Kiel. Por una súper autopista de seis carriles, sin peaje alguno, y con una velocidad moderada a pesar de ser permitido hasta de 300 Km/hora, llegamos a nuestro lugar de destino en hora y media después de salir de Hamburgo.
Queremos resaltar que el día anterior al viaje nos tomamos el test del Coronavirus, y después de salir con resultado negativo, tomamos la decisión de viajar. En este país, gran parte de las decisiones ciudadanas están enmarcadas en la honestidad de cada quien, y no hay autoridad alguna de sanidad ni de policía que le pregunten a uno si cumplió con la norma establecida. De igual manera, ocurre para tomar el tren rápido, en donde usted puede adquirir su boleto de viaje por celular, montar en el medio de transporte, y ningún empleado del tren le pide constancia de ello.
El puerto de Kiel tiene muchas caras emocionantes. Aquí se puede experimentar de cerca el arte, la cultura, la historia marítima y de la ciudad durante todo el año. Bonitas playas de un mar verde, pequeños botes, viejos veleros, elegantes yates, enormes grúas, gaviotas gritando, el ruido de astillero y una sensación de aire salado del mar con olor a pescado recién capturado.
Temprano en la mañana, los pescadores salen al mar con sus aparejos, y regresan muchas horas después con una rica captura. De una parte del puerto se puede navegar en un ferry hasta sitios vecinos de manera gratuita. Grandes ferries de pasajeros desde Noruega y Suecia atracan en el corazón de la ciudad todos los días. Los cruceros parten desde aquí hacia los siete mares del mundo.
Finalmente visitamos el canal de Kiel, inaugurado en 1895. Cada año, alrededor de 32.000 barcos y alrededor de 10.000 embarcaciones de recreo utilizan esta popular vía fluvial. Es el canal más transitado del mundo, por delante del canal de Panamá y el Canal de Suez. Los buques de hasta 235 metros de largo y 32 metros de ancho pueden pasar por el canal.
Al terminar nuestro paseo, después de almorzar en un restaurante italiano ubicado en un muelle, me encontré con una sorpresa: El almacén de ropa de novia y para la noche, de mi posible familiar Susanne Seidel. Pero, al igual que gran parte del comercio local, estaba cerrado, y no la pude conocer…
Encontrando mi semilla.
El sábado 24 de Abril del 2021, salimos de Hamburgo rumbo a Berlín, transportados en el tren rápido de larga distancia EuroCity, cuyo destino final era la ciudad de Praga en Checoslovaquia. Con una velocidad promedio de 200 Km/hora llegamos a nuestro destino en un tiempo de dos horas.
Nos desembarcamos en la estación central de Berlín, que es la mayor estación ferroviaria de Europa, cuya construcción tuvo un valor aproximado de 900 millones de euros, iniciada en el 2002 y terminada en el 2006 cuando se celebró en esta ciudad la Copa Mundial de Fútbol.
Lo primero que visitamos fue la Alexanderplatz ubicada en el centro de la ciudad, y debe su nombre a la visita que hizo el zar Alejandro I de Rusia en 1805. Es una plaza enorme y a su alrededor quedan los monumentos y sitios simbólicos como la Torre de televisión de Berlín construida en 1969, sede de varias emisoras de radio y televisión, y tiene un bar con restaurante a 203 metros de altura. De igual manera, en la plaza está el Reloj Mundial que nos muestra el tiempo de varias zonas horarias del mundo.
Luego de caminar un buen trecho, llegamos a la Rotes Rathaus, que es la sede de la Alcaldía y del Gobierno Federado de Berlín. Su nombre está relacionado con el color rojo de los ladrillos con que fue construida entre 1861 y 1869. Después de la segunda guerra mundial, fue ocupado el edificio por las tropas soviéticas, y sólo en 1991, cuando se produjo la re-unificación alemana, el gobierno local se trasladó allí. Está adornada en su exterior con la Fuente de Neptuno.
También visitamos la catedral de la iglesia evangélica construida en 1895, y cerca de allí, vimos desde afuera el Museo Antiguo, el cual estaba cerrado.
Terminamos nuestro periplo en la Puerta de Brandemburgo, construida entre 1788 y 1791 durante el reinado de Federico Guillermo II de Prusia. Está llena de historias porque en 1806 después de ganar la batalla de Jena, Napoleón Bonaparte hizo que fuese llevada a París la cuadriga (carroza romana empujada por cuatro caballos), ubicada en todo lo alto del monumento, y más tarde devuelta a Berlín 1884. Por debajo de su estructura, en 1933 las tropas del partido nacional socialista desfilaron en una procesión de antorchas jamás vista por los berlineses.
Yo tengo especial afecto por Berlín porque en esta ciudad mi abuelo Max Seidel trabajó en los primeros años de 1900 como Rector del Colegio de Señoritas de Segunda Enseñanza.
Fue desde aquí que mediante el convenio colombo-alemán fue contactado en 1911 para viajar a Tumaco a crear el Liceo de Bachillerato, y terminada la primera guerra mundial, estando él aquí en esta ciudad emprendió el segundo viaje a Tumaco para jamás regresar. Es por eso que, conjuntamente con mi hijo mayor nos dimos a la tarea de buscar algún recuerdo de la permanencia de Max Seidel en Berlín, pero todo fue infructuoso, debido al sinnúmero de colegios de este tipo de instituciones existentes en la ciudad, además que, los bombardeos y destrucción de la ciudad, no dejaron recuerdo alguno…
Pero, también tengo noticias buenas en la búsqueda de mi semilla. Aprovechando los medios virtuales, mi hijo Helmut y su esposa Crhistine quienes viven acá en Alemania, pudieron encontrar la información familiar en Leobschütz / Głubczyce (Polonia) en los archivos estatales de Opole, del árbol genealógico.
Regresamos a Hamburgo por la tarde-noche en el tren rápido ICE, con la alegría y nostalgia de haber conocido Berlín, la ciudad donde vivió mi abuelo…
Encuentro con el diablo .
El 27 de Abril del 2021, desde Hamburgo, volvemos a tomar la ruta para el norte del país a través de la autopista federal 1, de tráfico fuerte, porque es la vía que comunica con Dinamarca. A una distancia de 84 kilómetros y cerca de 1 hora, entramos a Schlagsdorf que es un municipio pequeño situado en el distrito de Mecklemburgo Noroccidental, en el estado federado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental (Alemania). Aquí visitamos a Grenzhus, sitio que cuenta la historia de la frontera interior alemana entre el Mar Báltico y Elba desde 1945 hasta 1990, la perspectiva de la gente de ambos lados en la zona fronteriza, cómo reaccionaban a las presiones del régimen fronterizo de la RDA y la Guerra Fría. Este lugar histórico de aprendizaje se divide en un museo, un área al aire libre con barreras reconstruidas y un campo fronterizo «Grenzwege Schlagsdorf». Una frontera de casi 1.400 kilómetros de largo dividió a Alemania durante casi 40 años con dolorosas consecuencias para las personas de ambos lados. Después de la demolición de las barreras fronterizas en el lado de la RDA, un “cinturón verde” de paisajes protegidos emergió de la franja de la muerte. El Grenzhus, inaugurado en 1999, forma el núcleo del sitio conmemorativo, en medio de la antigua zona restringida.
Después de recorrer 21 kilómetros en 30 minutos, llegamos a Lübeck que es una de las ciudades más antiguas y pintorescas de toda Alemania, considerada por la UNESCO como “prototipo de ciudad ideal del siglo XII”. En la Edad Media, fue la capital de la Liga Hanseática o Hansa, la federación comercial que reunía a casi 200 ciudades de toda Europa –desde Londres hasta Rusia–.
La Holstentor (puerta de Holsten) es la torre Eiffel de Lübeck. Su icono, su símbolo por excelencia, un perfil que cualquier alemán sabe reconocer y asocia a la antigua capital de la Liga Hanseática. Lleva ahí desde el siglo XV recordando a cualquiera que llegue a Lübeck la importancia de la ciudad, con una inclinación que es prácticamente igual a la de la torre de Pisa en Italia.
Luego, buscamos la iglesia de Santa Marien y vimos desde afuera –porque estaba cerrada– su curioso reloj astronómico en funcionamiento, las cruces que recuerdan que la iglesia fue bombardeada durante la Segunda Guerra Mundial, y saludar la estatua de bronce del diablillo ubicada cerca de la entrada. Mi esposa me tomó una foto sentado con el diablo que, fue engañado por los constructores de la Iglesia Santa Marien (Marienkirche), la tercera iglesia más grande de Alemania. Dice la leyenda que en el año 1200 DC, cuando edificaron este templo católico, el diablo se emocionó pensando que sería una gran taberna, o al menos así se lo hicieron saber los constructores, por lo que él mismo ayudó a edificarla. Cuando se dio cuenta del engaño, intentó destruirla con una gran piedra, pero uno de los trabajadores para sosegar su ira le prometió construir una taberna justo al lado (en una esquina está la Taberna Ratskeller que dicen fue la taberna prometida), el diablo aceptó el trato y desde entonces se sentó frente a la iglesia para intentar desviar a los hombres hacia su taberna.
Varias horas antes de salir de Hamburgo, había hecho el plan literario con mi amigo alemán para conocer las casas de los nacidos en Lúbeck y ganadores de los Premios Nobel de Literatura: Thomas Mann (Autor de las novelas “Los Buddenbrook. Decadencia de una familia”; y “La Montaña Mágica”); y Gunter Grass (Autor de las novelas “El tambor de hojalata”; “Años de perro”; “El Rodaballo”). De igual manera, quería conocer la casa del ex primer ministro Willy Brand ganador del Premio Nobel de la Paz. Sin embargo, las casas museos de los escritores estaban cerradas para el público, más no, la del político. El Willy-Brandt-Haus Lübeck es un museo y un monumento al ex político alemán del SPD, canciller federal y premio Nobel de la Paz Willy Brandt, quien no nació en el edificio del centro de Lübeck, sino en el distrito de St. Lorenz. La Willy Brandt House Lübeck se inauguró el 18 de diciembre de 2007, cuando Willy Brandt cumplió 94 años en su ciudad natal de Lübeck. La exposición de la planta comprende secciones estructuradas cronológica y espacialmente de la vida de Willy Brandt.
Nos despedimos de las dos alemanas que dirigen la casa, y de una ciudad en la que, a diferencia de Berlín, todos sus habitantes portan voluntariamente en la calle “la máscara” contra el Coronavirus. Sin embargo, hay centros comerciales abiertos al igual que restaurantes que ofrecen comidas al aire libre, y no hay indicios de pánico colectivo por la pandemia.
Todo puerto marítimo que se respete tiene o tuvo su barrio para el goce pagano de los marineros que recalaban en sus muelles: La zona roja de Amsterdam; Monterrey en Buenaventura, y La Pilota en Tumaco. Por eso, Hamburgo no podía ser la excepción: St. Pauli, y lo visitamos el sábado 01 de mayo del 2021.
St. Pauli tiene fama y tradición de ser un centro de diversión y entretenimiento y esta fama deriva de la cercanía al puerto y los marineros. De hecho, aquí funciona el famoso Barrio Rojo de Hamburgo, También cuenta con muchos bares y discotecas, y los mismos The Beatles vivieron aquí antes de hacerse famosos. Hay de todo y por supuesto abundan también los sex shops y los clubes de strippers. Se pueden ver prostitutas en la calle ya que la prostitución está permitida en ciertas horas del día y hay ciertos lugares parecidos al Barrio Rojo de Amsterdam con mujeres en las vitrinas. Con los años, el barrio ha ido cambiando, abriendo y cerrando burdeles y teatros, orientándose más a la movida de gente joven y salidas nocturnas, más que a la prostitución exclusivamente.
La fama mundial de The Beatles despegó en Hamburgo en 1960, donde la banda de Liverpool pasó penurias, pero encontró su identidad. El 17 de agosto de 1960, cinco músicos desconocidos de Liverpool pisaban el escenario en el notorio club Indra de Hamburgo, junto al Reeperbahn de la ciudad y usaron entonces el nombre artístico de «Silver Beatles”. Había muy pocos conciertos para ellos en su ciudad natal, Liverpool en Inglaterra, por lo que el contrato para tocar en un club en la ciudad portuaria alemana fue más que oportuno. Después de su presentación en el club nocturno Indra, los músicos tocaron en otros locales de Hamburgo, incluidos el Kaiserkeller, el Top Ten y el Star Club. Aquí fue donde The Beatles celebraron sus primeros éxitos y eliminaron la palabra «Silver» del nombre de la banda. Sus cortes de pelo característicos también se pusieron de moda en Hamburgo.
La banda deambuló por alojamientos nada lujosos en el Reeperbahn. Tenían deudas en los bares; la policía los detuvo por causar altercados en público. La fama y la riqueza estaban todavía muy lejos, según Paul McCartney: «Vivíamos detrás del escenario en el cine Bambi, justo al lado de los baños. Cada uno ganó 30 marcos alemanes por noche, por una sesión de siete horas que duraría hasta las primeras horas de la madrugada; el fin de semana tocaban una hora extra. Vivían de albóndigas, cerveza y anfetaminas. Su repertorio creció con cada sesión. Fue un momento que unió a la banda y eso permitió que se desarrollara el legendario sonido de The Beatles. Lo hicieron tan bien que Horst Fascher, propietario del Star Club y una celebridad local, los notó. Contrató a The Beatles para su club, donde, dijo: «aprendieron viendo los espectáculos teatrales de otras estrellas». Tocaron en el Star Club por última vez en la víspera de Año Nuevo de 1962. The Beatles se habían convertido en músicos a los que les esperaba a fama mundial, en una carrera que comenzó en Hamburgo. Hoy tuve el privilegio de conocer su monumento, y pasar rápidamente sin mirar vitrinas por St. Pauli, porque andaba con mi señora y mi hijo…