Por Harold Montufar Andrade – 2022
Todo cambio no viene por sí solo, necesita gestionarse para que sea. Es muy temprano para evaluar las transformaciones del gobierno Petro – Francia, ni luego de sus primeros 100 días se podría calificar. Sin embargo, si se podría tratar de proyectar el cómo gestionar el proceso de transición o transformación a otras formas de ver y asumir el gobierno.
En este caso, trataré sobre la gestión del cambio en los Diálogos Regionales Vinculantes, que es el espacio democrático habilitado para que comunidades, instituciones, sector privado y diversos actores territoriales, puedan participar sobre los que consideran sea tenido en cuenta para asumirlo en el Plan Nacional de Desarrollo o en otras instancias de decisión – inversión pública.
Hablaré o escribiré entonces sobre la cuadratura de un espiral con tres puentes.
En la primera esquina el informe nacional de empalme, en especial las alertas críticas, que según la comisión se definen como la “lista explicativa de asuntos coyunturales y riesgos significativos, que podrían impactar el desempeño del nuevo Gobierno, en los programas prioritarios de Presidencia y en otras áreas que requieren atención inmediata”. Veamos de manera muy breve cuales son esos riesgos detectados:
Departamento de Prosperidad Social. Revisión urgente de su estado financiero, debido a los grandes recortes realizados por parte del Departamento Nacional de Planeación -DNP- a los proyectos de inversión año 2023, que ascienden a 10 billones de pesos (afectado Ingreso Solidario).
Insostenibilidad del sistema de Salud. Las deudas acumuladas por las EPS ascienden a 20 billones de pesos, déficit de $6,4 billones en el presupuesto de 2022 y de $4,6 billones en 2023, existen 14 EPS en riesgo de liquidación con 10 millones de afiliados. El sistema de información tiene imprecisiones y riesgos de corrupción.
Paz. Revisión integral de la Política de Paz con Legalidad. Uno de sus 5 fondos, el Fondo Colombia en Paz, tiene comprometidos $8,2 billones.
Pandemia. Cerca de 1,8 millones de personas en “afiliación por emergencia” están en incertidumbre y no hay fuente clara de financiamiento.
Fondo de Estabilización de Precios de Combustibles. Está en déficit.
Tierras. Según información oficial, 1,9 millones de hectáreas han sido incorporadas al Fondo de Tierras, pero solamente en 18 mil hectáreas se ha podido verificar que no hay ocupaciones y por lo tanto sin adjudicación. En el restante 99% de las tierras que afirma hacen parte del Fondo, la Agencia Nacional de Tierras no ha realizado acción alguna para lograr su recuperación y posterior redistribución. A esto se suma la descapitalización del Banco Agrario por 700 mil millones de pesos.
De igual manera se exponen alertas críticas en los sectores justicia, ciencia y tecnología, información estadística, comercio – industria – turismo, deporte, ambiente, transporte, Presidencia y cultura. El informe de empalme concluye realizando diversas recomendaciones estratégicas, prioriza acciones clave para los primeros 100 días de gobierno y finalmente identifica reformas legales a priorizar en la primera legislatura del periodo de Gobierno. En la recomendación de los pasos a seguir, el equipo de empalme recomienda: “Continuar con Diálogos Regionales y el Acuerdo Nacional como bases para la construcción del Plan Nacional de Desarrollo”.
Todas estas recomendaciones y otros estudios realizados para el inicio del gobierno, como la “Agenda de Transición Democrática: otra Colombia es Posible”, compilada por Pedro Santana donde se incluye la Renta básica permanente propuesta por Luis Jorge Garay, junto al programa de gobierno “Colombia: potencia mundial de vida”, seguro serán los insumos principales para la elaboración de las bases del Plan Nacional de Desarrollo 2022-2026 que será la carta de navegación para la gestión del cambio.
En esta parte aparece el primer puente para pasar al segundo espacio de la cuadratura, que corresponde a la estrategia de Diálogos Regionales Vinculantes. El puente a cruzar corresponde a las respuestas que se puedan dar a la pregunta ¿Con qué recursos se cuenta, para disponer en los proyectos priorizados en los Diálogos Regionales?
Según publicación de El Espectador del día 29 de julio del presente, el valor del presupuesto presentado por el gobierno anterior para el año 2023, asciende a 391,4 billones de pesos, de los cuales $250,6 billones (64 %) corresponden a gastos de funcionamiento, $78 billones (19,9 %) al pago del servicio de la deuda y $62,8 billones (16 %) a inversión. El presupuesto equivale al 27 % del producto interno bruto -PIB-.
En el mismo artículo se escribe que la suma de las transferencias del Sistema General de Participaciones ($54,9 billones), las pensiones ($50,7 billones) y el aseguramiento en salud ($32,7 billones) ascienden a más de la mitad del total de los gastos de funcionamiento, es decir $143,6 billones.
En ese sentido, para cruzar el puente de los recursos a tener en cuenta en los Diálogos, tendríamos que contar cada año con las asignaciones que van dirigidas a inversión.
Para el próximo año la inversión asciende a $62,8 billones. Según El Espectador, del monto de inversión, el 89,4 % de los recursos del presupuesto se concentra en los sectores de inclusión social y reconciliación (25,36 %); transporte (15,39 %); hacienda (10,94 %); educación (8,31 %); trabajo (7,36 %); minas y energía (6,86 %); vivienda, ciudad y territorio (3,71 %); defensa y policía (3,21 %); planeación (2,34 %); agricultura y desarrollo rural (2,10 %); tecnologías de la información y las comunicaciones (2,02 %) y salud y protección social (1,83 %).
La pregunta a resolver por el alto Gobierno, para tener claridad en las comunidades es: ¿Existe un techo presupuestal de inversión, para que sea asignado a los mandatos que salgan de los Diálogos Regionales? Solo de esta manera, lo que resulte de estos procesos democráticos, serán vinculantes o serán asumidos por el Plan Nacional de Desarrollo u otras instancias de decisión – inversión.
Volvemos así al segundo espacio de la cuadratura del espiral, los Diálogos Regionales.
Desde el lunes 11 de julio en Nariño, Jorge Rojas el delegado del presidente, expresó en el Hotel Morasurco que los y las nariñenses deberían proponer una metodología para iniciar los Diálogos Regionales Vinculantes. Desde esa fecha se han realizado innumerables reuniones, asambleas municipales, encuentros subregionales, aportes, debates y especialmente consensos. En sí, hay una creciente expectativa de participación en medio de una incertidumbre de programación financiera.
Se tiene un producto unificado como propuesta metodológica, en la que han trabajo comisiones del Pacto Histórico, la Universidad de Nariño, la ESAP, movimientos sociales, organizaciones y líderes lideresas. El documento unificado fue presentado a los congresistas del Pacto Histórico a mediados de agosto y es distribuido a los comités municipales, como unos mínimos metodológicos para ser adaptados a las realidades de los territorios. Es importante destacar que uno de los acuerdos estratégicos, es que en cada municipio, subregión y departamento se gestionen – aprueben y presenten los mandatos populares.
Hay que felicitar este esfuerzo colectivo que empodera y fortalece la participación directa de las comunidades en la realización de diagnósticos y formulación de propuestas de inversión. Esta ola que es parte de los Vientos del Sur, además es patrimonio de la democracia participativa de los las nariñenses, que históricamente hemos levantado la mano, o hemos salido a la calle para tomar decisiones.
La pregunta que configura el segundo puente es ¿Cómo hacer para que los resultados de los Diálogos Regionales sean realmente vinculantes?
De otra manera planteo una similar pregunta ¿La ola de participación e insumos metodológicos será suficiente para que el gobierno nacional tenga la voluntad política de vincular los mandatos a la ley del plan de desarrollo y asignar montos presupuestales?
En cierta manera lo vinculante tiene que ver con los recursos disponibles en los presupuestos plurianuales, los diversos espacios institucionales y con la voluntad política del alto gobierno. Esto configura el tercer espacio analizado en este artículo: La ley del plan nacional de desarrollo 2022 – 2026
Los mandatos que queden asumidos en la ley del plan, serán los que configuren la transformación de los territorios hacia el Buen Vivir, el Vivir Sabroso o lo que se espera como el CAMBIO para lograr que Colombia sea potencia mundial de vida. Solo con la asignación de recursos económicos e institucionales, se puede expresar que los Diálogos Regionales asumen su característica de Vinculantes.
Aquí se presenta el tercer y último puente con la siguiente pregunta ¿Los recursos asignados en los diálogos regionales vinculantes incluidos en la ley del plan nacional de desarrollo, aseguran el CAMBIO?
El cuarto y último espacio en este análisis es la gestión del cambio y corresponde a qué tanto, a nivel cualitativo y cuantitativo, el gobierno nacional a través de diversas rutas y procesos, logra cumplir con la expectativa del mandato electoral del 19 de junio de 2022 cuando 11.281.002 compatriotas votaron por el Pacto Histórico Frente Amplio, cuando Gustavo Petro expresó que el Cambio es la política del amor, de la no traición al electorado, de la bienvenida al gobierno de la esperanza nacional, de abrir las oportunidades a todos – todas y de que se escuchara al país a través de los diálogos.
La gestión del cambio, se puede lograr, si los diálogos se vuelven vinculantes en políticas públicas y con asignación de recursos. Sin embargo, como lo expresé al inicio, no hay los suficientes recursos para cubrir la histórica deuda social de las clases menos favorecidas en Colombia.
Finalmente, la expectativa generada por la alta participación versus los escasos recursos, debe asentar más a los movimientos sociales y comunidades, para que sean más prudentes en sus propuestas y que en lo posible traten de llegar a estructurar consensos y priorizaciones municipales y subregionales. No es el momento del listado de proyectos, sino de la fusión – unidad de proyectos estructurantes donde todos todas todes salgan ganando. Pensar mas en colectivo y en clave de territorio.
De igual manera, como siempre, se debe fortalecer – empoderar la organización comunitaria y popular, para hacer cumplir y exigir que se cumplan los mandatos sociales, políticos y populares; seguir luchando contra el uso corrupto de la burocracia, contra las mafias de la política y contra las viejas formas egocéntricas – arrogantes de tejer sociedad.
La gestión del cambio va desde abajo hacia arriba, desde la descolonización del pensamiento – conocimiento, hacia el gobernar escuchando y el mandar obedeciendo.
Mg. Harold Montufar Andrade
GUARDIA EPISTÉMICA, LAS CAMPANAS VIGILANTES.
Fuentes Consultadas:
20220728 Informe Ejecutivo empalme al Presidente_ajustado -2-.pdf
https://www.elespectador.com/economia