Hace unos días me interesé por asistir a una socialización de Avante, la empresa creada para el mejoramiento del Sistema Estratégico de Transporte Público de Pasto, todo muy organizado. Llegó la comunidad del sector a escuchar el proyecto del patio taller de Briceño, quedará exactamente contiguo al restaurante Mi Pasto Lindo. Aquí nos guiamos así, a veces hasta he escuchado decir: te espero en EL LEY del centro…
El objetivo consiste en construir un terreno plano para que los buses del transporte público de Pasto puedan parquear y recibir atención mecánica, gracias a esto, nos evitaremos ver a esos autobuses parqueados en estaciones de servicio de combustible y en muchos casos ocasionando trancones.
En los cuatro puntos cardinales de la ciudad se están edificando dichos patios taller, una obra bien pensada para mejorar el sistema de transporte público de la capital del Departamento de Nariño. Llegó el equipo completo, delegados de Avante, la constructora y la auditoría a presentar el proyecto desde sus diferentes áreas; social, ambiental, seguridad, construcción, etc.
Un ingeniero de Avante, delegado para representar a la empresa, empezó a contestar todas las preguntas con ínfulas de conocedor de todos los temas, no les entregaba el micrófono a los expertos de cada tema, sino que él respondía todo. A veces, los pastusos, se creen intelectuales, únicos en la materia, y eso, siempre, conduce a una mala experiencia.
Con gran educación eso sí siempre contestó. Mi experticia como social me llevó a dar una sugerencia, y me di cuenta de que aún el ego está por encima, y lo más grave, que pone en riesgo la reputación y la construcción de un proyecto.
Es importante generar un plan de seguridad para los ciclistas que transitan por esta vía, no quisiéramos tener un accidente o un fallecido, le dije. ¿Y saben con la que me sale?, no se preocupe, nosotros tenemos varias pólizas para eso. Mi preocupación es por la vida de un ser humano, pero la solución de Avante está en que se paga al muerto y la plata sale de una aseguradora.
No se crean sabérselas todas, ¡asesórense! Que para eso estamos…