Koko, la gorila que fue flor y tierra. -El estúpido hombre-

«Ama a los animales: Dios les ha dado los rudimentos del pensamiento y gozo sin problemas. No disturben su gozo, no los hostiguen, no los priven de su felicidad, no trabajen contra las intenciones de Dios! Hombre, no te vanaglories de tu superioridad ante los animales; ellos son sin pecado, y tú, con tu grandeza corrompes la tierra con tu aparición en ella, y dejas el rastro de tu
estupidez tras de ti. Ah! Es la verdad de casi todos nosotros.»
Fedor Dostoievski, novelista
La historia de Koko parece sacada de un cuento de hadas o de ciencia ficción. Es rescatada por un grupo de científicos y llevada a una reserva en Estados Unidos. Por su capacidad intelectual es separada de su grupo y educada en comunicación con símbolos.
Amiga de actores como Robin Williams con quien sostiene una larga y profunda relación. Ante la muerte del actor expresa un gran dolor y sentimientos de tristeza. Su conciencia va más allá de lo que se le atribuye a aquello que los hombres catalogan como espíritu o intelecto.
Koko, dueña de una gran capacidad de comunicación y poseedora de más de dos mil palabras en señas sorprende de muchas formas. Ama la naturaleza, tiene amigos, juega, es sensible al arte, piensa, pinta y hace relación con animales de otras especies. Tiene un gato a quien cuida y consiente. “La capacidad de Koko por el lenguaje y su empatía abrió la mente y el corazón de millones de personas”, siendo calificada como “un ícono de la comunicación entre especies”.
Lo sorprendente es que en uno de sus discursos da una lección a la humanidad, advierte sobre el peligro en que se encuentra la Tierra y las especies y los efectos nocivos de las acciones del hombre sobre la vida y la naturaleza. Dice que el hombre es estúpido y llama a un cambio de actitud.
Koko muere con todos los honores y hoy su voz se escucha con detenimiento por parte de la comunidad científica y por una humanidad cada vez más consciente de la necesidad de parar sus hábitos y estilos de vida.
La presencia de Koko se constituye en un llamado a los hombres para redireccionar su relación con aquellos seres que considera simplemente bestias y, por el contrario, mirarlos y tratarlos como poseedores de derechos y dignidad.
No son bestias, son diferentes en su relación con la vida y la naturaleza, capaces de socializar y generar normas de comportamiento y de mostrar conductas que implican inteligencia con un sentido ético y moral.
El mensaje de Koko es claro y quizás estemos a tiempo, como especie, de entender y comprender su verdadero sentido.
Este es el mensaje de Koko:
«Soy un gorila…soy las flores…los animales…soy la naturaleza. Koko ama al hombre. Koko ama la Tierra. Pero el hombre es estúpido. ¡Estúpido! Koko lo siente. Koko llora. ¡Queda poco tiempo! ¡Haced algo por la Tierra! ¡Ayudad a la Tierra! Daos prisa, ¡proteged la Tierra! La naturaleza nos observa. Gracias».
Las palabras de Koko empiezan a ser comprendidas por esta especie bipeda que extrañamente también habita la Tierra.

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