La U.N. se vincula a formación agroecológica de jóvenes rurales

Junto con el Instituto Agroecológico Latinoamericano (Iala) María Cano, la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) contribuye a afianzar los conocimientos de jóvenes campesinos y a ofrecerles herramientas teóricas que puedan aplicar en sus comunidades.

El Iala María Cano, ubicado la vereda La Esmeralda Brasil (municipio de Viotá, Cundinamarca), es un proyecto de la Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria que lleva cerca de cinco años de construcción y que inició su labor como “universidad campesina” en enero de 2017, ofreciendo el título de tecnólogo en agroecología.

Un elemento diferenciador de este programa académico –construido en alianza con la Universidad de la Amazonia– es que todos sus estudiantes son campesinos vinculados a organizaciones campesinas.

“Los educandos tienen conocimientos del campo, por lo que el propósito es afianzar esos saberes y darles bases sobre otros manejos con los principios de la agroecología”, explica Omaira Pineda Quintero, estudiante de Ingeniería Agronómica de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.) Sede Palmira.

Además la formación se realiza con la metodología “Pedagogía de la alternancia”, cuyo curso teórico-práctico en la Institución dura tres meses mientras que en los otros tres se desarrolla el componente práctico desde y para sus comunidades. El curso completo dura dos años y medio.

La primera cohorte inició en enero con 25 educandos provenientes de 12 departamentos de Colombia, y la segunda arrancó sus clases en mayo, con 24 estudiantes. El 80 % de estos jóvenes procede de zonas afectadas por el conflicto armado en las que el acceso a instituciones de educación superior es limitado o nulo.

Participación de la U.N.

Con la perspectiva de crear y mantener nexos con la ruralidad, la Facultad de Ciencias Agrarias de la U.N. Sede Bogotá ha realizado un acercamiento para ejecutar nuevos proyectos y adelantar jornadas pedagógicas.

Por su parte, el Grupo de Investigación Madera y Guadua de la Facultad de Arquitectura de la misma Sede –coordinado por el profesor Jorge Lozano– realizó un diagnóstico del campus en el que funciona el Iala María Cano, que es una finca de 16 hectáreas.

En esta zona de piedemonte analizaron el ecosistema y la proyección de estructuras con enfoque sustentable que puedan construirse para ampliar y garantizar mejores condiciones para el desarrollo de los educandos.

La U.N. Sede Palmira también participa en el programa académico, por medio de un convenio de pasantía. La estudiante Omaira Pineda forma parte del equipo docente de apoyo en prácticas de producción en huerto y vivero, con el trabajo de planificación y prácticas ligadas a la agroecología.

Además es docente de agroestadística, asignatura en la que enseña ejercicios de seguimiento a cultivos y toma de indicadores de análisis estadísticos con cada estudiante.

Como parte del plan de estudios se enseña a conservar el medioambiente y a propender por conseguir soberanía alimentaria fomentando el uso de controles biológicos en vez de pesticidas. También se contempla el reciclaje, el establecimiento de huertas caseras y el manejo orgánico en los cultivos.

Equidad de género y paz

Dana Rocío Ávila, ingeniera agrónoma de la U.N. Sede Bogotá y coordinadora del Iala María Cano, comenta que “en el Instituto se trabaja según principios de equidad de género”.

En la primera promoción participan seis mujeres, dos de ellas madres, y en la segunda se están formando 12 mujeres, tres de ellas madres.

La estudiante Quintero comenta que en estos espacios se fomentan cambios significativos enmarcados en el posconflicto, mientras se trabaja en la participación de la mujer rural dentro de los procesos de las fincas.

“En el campo las oportunidades se les brindan más a los hombres, y por su rezago histórico las mujeres quedan relegadas a tareas domésticas. Las que están estudiando difunden su papel y la importancia de su proceso de formación”, agrega la coordinadora.

La directiva concluye que el programa le aporta al proceso de consolidación de la paz en Colombia a partir de la creación de nuevos espacios de formación académica que conservan la identidad de los educandos para que ellos sientan el orgullo de ser hijos de campesinos que transforman el campo en un periodo de paz.

(Por: Fin/TSYR/MLA/LOF)

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