Luis Eladio Pérez y la historia del partido liberal colombiano.

En la foto aparecen dos grandes figuras de la historia del partido liberal colombiano en el departamento de Nariño. Son ellos Nelson Ovidio Obando Hernández y Luis Avelino Pérez Puentes. Amigos entrañables que durante cerca de tres décadas escribieron brillantes páginas de la historia regional.
El doctor Luis AVelino Pérez fue en varias ocasiones senador de la República por Nariño, brillante, culto, inteligente y conocedor como el que más de la geografía regional. Gracias a su intervención en el congreso de la República se gestionaron importantes recursos para el desarrollo de Nariño y se crearon leyes en beneficio de nuestra gente.
Por su parte, Nelson Ovidio Obando Hernández fue además de amigo, su secretario personal y hombre de plena confianza. Su amistad fue entrañable y digna. Juntos batallaron por los ideales liberales y la doctrina que por entonces lo caracterizaba.
Hijo de Luis Avelino Pérez Puentes y político del departamento de Nariño, Luis Eladio Pérez, quien fuera «concejal de Pasto y de Tuquerres, director de Planeación Departamental, Gobernador de Nariño (1987-1988 por decreto), Representante a la Cámara y Senador en dos oportunidades (1994-2002), así como Cónsul y Embajador encargado de Colombia en Paraguay; Embajador de Colombia en Perú y Embajador de Colombia en Venezuela. Durante su ejercicio como senador centró su labor en la Comisión de Relaciones Exteriores, la cual llegó a presidir».
En la anterior contienda electoral para la GOBERNACIÓN DE NARIÑO obtuvo una copiosa votación que se constituyó en una gran sorpresa electoral.
Durante seis años permaneció secuestrado por las FARC en un episodio que tendrá que escribirse para dejar una constancia histórica. Este hecho marcó su vida y enmarcó un nuevo ideario existencial.
Hoy anuncia su postulación para GOBERNADOR DE NARIÑO. Su ideario y su conocimiento de la región lo postulan para este emprendimiento electoral. Son muchos los amigos y seguidores los que reclaman su presencia en la política regional. Los viejos liberales sacan una vez más su trapo rojo y lo tiñen de los colores de un PACTO HISTORICO.
Esa amistad de nuestros padres trasciende tiempos y fronteras y siempre será grato estrechar su mano y gritar una vez más: «QUE VIVA EL PARTIDO LIBERAL»

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