Micaela y el neopreno.
Si han escuchado hablar a un pastuso de verdad (no imitaciones), sabrán que tienen uno de los acentos más lindos de Colombia. Pero si le suman a la fórmula una voz placenteramente dulce que cuenta historias sobre diseños, telares y raíces, de una tierra cargada de energía, con una pasión conmovedora, sepan que van a perder noción de tiempo, espacio y realidad. Así estuve yo ayer, absorta en la narración de Adriana Santacruz, completamente ajena al discurso característico de un diseñador que presenta su colección.
«Ustedes ven estructura, pero es desestructura» y, por supuesto, lo argumentaba con dulzura y claridad absolutas. Así comenzó a hablarnos sobre su pre-colección de fin de año (aunque me atrevo a decir que sus prendas son atemporales en todo el sentido de la palabra). La colección habla en sí misma de universalidad y de tradición, de energías masculinas y femeninas, rescata técnicas artesanales como el telar vertical y es capaz de combinarlas con materiales como el neopreno en diseños maduros y equilibrados, perfectamente acabados y con nombre propio como si se trataran de piezas de arte (la verdad es que lo son). La presentación se realizó en su boutique de Bogotá (calle 85 #11–53 Int 6 local 2, Paseo del faro), justamente ayer, día del enlace de mundos según el calendario Maya, con la celebración de el Rito Ancestral de culto a la vida como cierre del evento… o inicio de la historia de esta nueva pre-colección 🙂
Como podrán ver, Adriana, o Micaela, como la llaman sus artesanos nariñenses en honor a una guerrera indígena de la tribu de los Pastos, defensora de su territorio, me logró emocionar y eso es lo que más valoro cuando veo una colección. Me habría podido quedar escuchándola por horas, no se imaginan el embeleso, espero en alguno de mis viajes a Pasto tener la dicha de conocer su taller, debe ser una experiencia mística! Mientras eso pasa, les comparto varias imágenes de esta nueva pre colección, gracias a Zico Rodríguez, talentoso fotógrafo y nuevo colaborador de mi blog.
