Complejo Cultural Capulí: en el Cañón del Güáitara.

Por: Nina Portacio.

Fotografías: José René Arcos B

Guáitara en lengua Aymara significa “culebra cambiante”. Los Aymaras eran los Quechuas que servían al Imperio Inca en las tareas del campo, y habían incorporado a su lengua, la lengua local.

Enclavado en el paisaje imponente del cañón que surca el Río Guáitara, a nivel del kilómetro 38 vía Ipiales-Pasto por la vía panamericana tradicional, con un clima tropical que oscila entre los 13 y los 23 grados Centígrados y un entorno privilegiado; se encuentra “El Parador Turístico Capulí”, concebido entre lo ancestral y lo moderno. Una mezcla de sabores y saberes que atrapan los sentidos y desconectan del caos de la ciudad.

El Parador Turístico busca exaltar el Complejo Cultural Capulí. Porque en esta zona no sólo existen nacimientos de agua que deben preservarse, las montañas que imponen su presencia, una biodiversidad nativa e introducida exuberante, un ecosistema privilegiado sino que, además, existen claros vestigios de petroglifos; trazos de arte rupestre con espirales y figuras geométricas, esvásticas y zoomorfas que sugieren que el territorio fue habitado por la Cultura Capulí, quienes a su vez, integraban La Nación de los Pastos. Petroglifos que deberían ser declarados Patrimonio Regional. El Complejo Cultural local abarca una variedad de elementos de interés geográfico, ambiental, agrícola, ancestral, mitológico y místico, que sorprenden al más versado y al más despistado: ¡un tesoro escondido! en pleno Cañón del Guáitara que debe ser cuidado y protegido por todos.

Título: Homenaje a la Cultura Capulí.
Técnica: Óleo sobre lienzo.
Autor: Helman Giovanni Caicedo Carvajal.

Conocer este Parador artesanal que fue inaugurado el pasado 30 de Abril de 2023 y que abrirá sus puertas todos los fines de semana con oferta gastronómica y turística de interés, es conocer un atisbo de la identidad local, su gente, sus costumbres y tradiciones, su nobleza, su amabilidad y generosidad, su solidaridad, su capacidad de trabajo y de resiliencia.

Un pequeño grupo de emprendedores y aventureros sin paracaídas han sorteado las dificultades propias de esta clase de procesos, reuniendo sus talentos y minimizando sus debilidades, para convertirlos en una Unidad Productiva en espacio abierto donde pueden exhibir sus creaciones gastronómicas, sus productos y sus saberes, con el fin de promover bienestar local y turismo rural, aprovechando los recursos y las riquezas de la región.

El K38, La Tarabita, Guáitara, La Fidelina, El Trapiche, Mabú, Arquímedes y El Quinde son las propuestas que forman parte de este proyecto que visualizaron, gestionaron, desarrollaron, alcanzaron la puesta a punto, y están iniciando este pequeño grupo de habitantes y conocedores de la zona que decidieron dar el primer paso; capacitándose entre otras instituciones, con el servicio Nacional de Aprendizaje (SENA). Ésta, por supuesto, es la gente que necesita el Departamento de Nariño, para generar una visión diferente de nuestra cultura: reconocer de dónde venimos, potenciar lo que somos y lo que sabemos, para tratar de llegar a donde pretendemos sin perder la identidad.

Parador Turístico Capulí – toma nocturna.

Nariño es un territorio ancestral en el cual la música, el arte, la culinaria y las tradiciones convergen, para encantar a nativos y a foráneos.

¡Un lugar recomendado para visitar!

El llamado ahora es a aportar un granito de arena con nuestra presencia, dirigido a que el proyecto se mantenga en pie, para que todo ese esfuerzo conjunto valga la pena y más.

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