Por ley 613 de septiembre de 2000, se reconoció al Tejo o Turmequé como único deporte autóctono colombiano, como deporte nacional. Es ampliamente popular en todo el territorio nacional y se remonta a más de 500 años atrás, cuando los Muiscas, habitantes de Cundinamarca y Boyacá, lo practicaban en sus festividades ceremoniales.
El tejo, también ampliamente practicado en el departamento de Nariño, es una mezcla única de destreza y tradición y se destaca por importancia cultural y su arraigo en la identidad colombiana.
Inicialmente conocido como Turmequé, se jugaba en la localidad del mismo nombre, que era un centro de importancia durante la época de la conquista, utilizado para el comercio y el intercambio entre diferentes tribus indígenas. Pasado el tiempo surgió el nombre “tejo”.
El tejo es un deporte muy competitivo que puede jugarse individualmente o en equipos y consiste en lanzar el tejo dentro de un círculo metálico llamado tejín o bosín, donde se colocan las mechas, su objetivo es hacer explotar el mayor número de mechas para ganar la partida.