¡Nariño pueblo rebelde! ¡Hasta que el precio de la gasolina lo permita! (2)

Por: Armando Rosero.

Politólogo.

Especialista y magister en Planificación Urbana y Regional

El ministro José Antonio Ocampo anunció en horas de la mañana la continuidad del beneficio tributario de los combustibles en zona de frontera. Sin embargo, su sostenimiento debe ser visto con cautela y constituye un llamado de atención para la comunidad nariñense, que cada dos años – periodo promedio en el cual se presenta una reforma tributaria en Colombia – entra en pánico por su posible eliminación.

Recordemos que el Estado colombiano vive una grave crisis fiscal que incluye, entre otros elementos, la desfinanciación e incremento de las cuentas por cobrar del fondo de estabilización de precios de los combustibles, valor que se calcula entre $25 y $31 billones para 2022. Esta situación supone una reestructuración de la estructura tributaria del país y en algún momento este beneficio desaparecerá.

La información oficial demuestra que el precio diferencial de los combustibles no ha constituido una ventaja estratégica para el departamento, ha impactado levemente en el costo de los productos de primera necesidad y afectado las finanzas públicas de los municipios, que año tras año han visto la reducción de sus ingresos derivados de la sobretasa a la gasolina. El beneficio tributario no es productivo, no ha generado riqueza ni ha beneficiado a las comunidades más pobres, como si lo es la inversión en proyectos productivos, la producción y comercialización de insumos agropecuarios, la inserción de la ciencia, tecnología e innovación en los sectores productivos.

No dejan de asombrar comentarios como “se verán afectados los mototaxistas, los pequeños empresarios o los más pobres”, como si la informalidad laboral, el rebusque y la inexistencia de un tejido empresarial fuera algo normal. Somos un territorio con una economía fragmentada, desestructurada, con bajos niveles de productividad y competitividad, realidad que no puede continuar más.

El derecho que debemos reivindicar no es el de los combustibles baratos. Necesitamos construir las bases para garantizar la defensa y respeto de los Derechos Humanos en todo nuestro territorio, en donde los derechos civiles y políticos, económicos, sociales y culturales, en especial el derecho a trabajar en unas condiciones justas y favorables, el derecho a la protección social, a un nivel de vida adecuado y al disfrute del más alto nivel posible de salud, la educación y a gozar de los beneficios derivados de la libertad cultural y el progreso científico, sean las bases fundamentales de nuestro proyecto social.

Es necesario aprovechar la prolongación de la existencia del beneficio tributario para construir una propuesta alternativa que propenda por el desarrollo social y la transformación territorial del departamento. Nariño necesita importantes recursos para construir las obras y reconstruir la confianza en las instituciones, escenario en el cual propongo se considere la posibilidad de vincular los recursos económicos del beneficio tributario como una nueva fuente de inversión para proyectos de inversión en el territorio.

Para tener una mayor claridad de este propósito pongo a en consideración la siguiente información:

  1. Según información del Registro Único Nacional de Tránsito, para enero del año 2022 el parque automotor registrado en Nariño alcanzó los 433.432 vehículos, de los cuales 308.332 (71.13%) son motocicletas.

  1. Para el año 2022 el cupo del combustible con beneficio tributario alcanzó los 10.8 millones de galones mensuales. Sin embargo, se sostiene que – aunque es una cifra histórica – no responde a la necesidad real para atender la demanda del parque automotor departamental, que necesitaría alrededor de 14.8 millones de galones para abastecer al 100% del departamento.

  1. Estimaciones realizadas sugieren que el beneficio tributario a los combustibles significó una disminución del recaudo en 137 mil millones de pesos en el año 2017, 155 mil millones en 2018, 127 mil millones en 2019, 83 mil millones en 2020, 90 mil millones en 2021 y 53 mil millones en el primer semestre de 2022, es decir, 645 mil millones de pesos en los últimos 5 años.

  1. En la regionalización de los recursos del Presupuesto General de la Nación para el año 2022 se destinó un total de 2.29 billones de pesos para el departamento de Nariño. Sin embargo, al analizar la información a nivel sectorial se observan dos grandes situaciones.

  • De un lado, una importante inversión de recursos en la culminación y/o mejoramiento de la infraestructura vial, marítima, fluvial y aeroportuaria que alcanzó los 399.000 millones. Tan solo el 12% de los recursos asignados se destinó a la inversión en vías terciarias que permitirían conectar el mundo rural con los mercados de consumo local y nacional.

  • Por el otro, se evidencia la baja destinación para la consolidación del aparato productivo del departamento, concentrado en Agricultura y Desarrollo Rural (62.906 millones), Tecnologías de la información y comunicación (28.513 millones), Comercio, Industria y Turismo (4.160 millones) y Ciencia, Tecnología e Innovación (3.118 millones), que en poco aportar en la reactivación económica de Nariño sustentada en estos sectores.

  1. Según la información publicada en el Plan Plurianual de Inversiones definida en el Plan de Desarrollo Departamental Mi Nariño, en defensa de lo nuestro 2020 – 2023, los recursos propios del departamento sufrieron una reducción significativa cercana al 40% motivada por la pandemia. En consecuencia, para el año 2020 se proyectó por ingresos propios la suma de 131.819.392.049, 774.240.061 en 2021, 169.717.467.263 en 2022 y 74.808.991.281 en 2023.

  1. En relación con el gasto público, en el Plan de Desarrollo se observa como la proyección de gastos de funcionamiento – personal, general, pensionados, asamblea, Contraloría, etc. – supera los recursos de inversión social en cada una de las vigencias entre 2020 a 2023.

Año Ingresos propios Gastos de funcionamiento Inversión social
2020 131.819.392.049 58.964.228.539 37.934.975.419
2021 164.774.240.062 70.222.240.619 56.514.020.993
2022 169.717.467.263 72.328.907.837 58.209.441.623
2023 174.808.991.281 74.498.775.072 59.955.724.871
Total, del periodo 641.120.090.655 276.014.152.067 212.614.162.906

Fuente. Plan de Desarrollo Departamental Mi Nariño, en defensa de lo nuestro 2020 – 2023

  1. Las regalías departamentales para el bienio 2021 – 2022 alcanzó un valor total de 341.006.632 millones de pesos, cuyo monto de inversión se vio reducido por la reforma del sistema en el año 2020.

  1. En conclusión, el beneficio tributario de los combustibles para Nariño alcanza un valor anual promedio de 160 mil millones de pesos, los recursos propios de la gobernación, en el marco de la crisis fiscal ocasionada por la pandemia, llegan a cerca de 132 mil millones y, finalmente, los recursos de regalías por bienio suman 121 mil millones de pesos.

Dimensionado el valor del beneficio tributario respecto a las finanzas públicas del departamento, se hace impostergable la necesidad de diseñar – como se mencionó – un mecanismo que garantice el retorno de los impuestos tributados por los combustibles en Nariño bajo la forma de recursos de inversión directa, a partir de los cuales se pueda financiar una Agenda de Desarrollo departamental a 2040.

Es en este punto en donde la movilización social y la capacidad de negociación de la dirigencia política departamental debe ponerse a prueba. La agenda de desarrollo no debe centrarse en el sostenimiento de un beneficio tributario sobre el cual no existen certezas de a quienes beneficia, sino garantizar la financiación de estrategias que promuevan la creación de empleo, la consolidación de emprendimientos y la aparición de un tejido empresarial diversificado, en donde la provisión de bienes públicos y la promoción del conocimiento juegan un papel fundamental.

En un próximo y final artículo, exploraré las propuestas encaminadas a potenciar la transformación regional en el mediano y largo plazo, en donde los recursos de los combustibles jueguen un rol importante, pero no sean los únicos llamados a apalancar su materialización.

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