¿Un definitivo réquiem por la empresa licorera de Nariño?
Escuché con algún alborozo e inquietud la noticia de que nuestro aguardiente se producirá en Cundinamarca, dando fin a un ciclo de producción manizaleña.
Pero sea en Cundinamarca o en Caldas, queda la sensación de que no es nuestro, ni es Galeras ni es Nariño. Es, simplemente, un licor envasado en otra región que no nos alcanza a representar.
Excelente que se busque rentabilidad por la administración departamental, de eso se trata y así debe ser. Pero, hasta dónde esta maquila es el símbolo de la desidia empresarial de los nariñenses.
No quiero entrar ni ahondar en la historia de su cierre y quiebra. Eso ya lo conocemos los nariñenses. El punto que deseo plantear es otro. ¿Es posible y viable revivir la Empresa de Licores de Nariño?
El deporte, la cultura, la recreación, la salud y la educación reciben importantes recursos de la venta y comercialización del aguardiente Nariño. Entonces, ¿no podemos volver más rentable esta empresa en nuestra región?
¿Somos incapaces de abordar una empresa regional de tal naturaleza? ¿Por qué este producto que cuenta con mercado propio y es regional debe elaborarse en otros departamentos? Y lo más importante es que generará empleo entre los nuestros, al mismo tiempo que se fortalecerán los renglones enunciados.
Este es, seguramente, un debate que debemos abordar en Nariño. Lo que ahorramos en producción lo perdemos en empleos y productividad. Nariño requiere de empresas rentables y esta es una de ellas.
Los beneficios de una posible reapertura se verían en varios frentes de nuestra economía. Los campesinos productores de caña, los trapiches, los obreros y trabajadores del campo, etc. Pues, no olvidemos que nuestra licorera adquiría toda la producción panelera y pagaba pronto y en efectivo. Súmese a lo anterior los beneficios que obtendrían nuestros transportadores.
Otro asunto sería que Cundinamarca les compre a nuestros empresarios la producción panelera de nuestro departamento. Eso nunca va a ocurrir. En consecuencia es viable pensar en un futuro su reapertura, es mucho más lo que perdemos que lo que en apariencia ganamos.