Escuela presencial de mujeres constructoras de paz culminó ciclo formativo en Ricaurte (Nariño) a través de la iniciativa co-creando la paz
Más de cien mujeres jóvenes, urbanas, rurales, indígenas y afrocolombianas de Ricaurte (Nariño) culminaron proceso formativo a través de la iniciativa Co-creando la Paz, afianzando capacidades en liderazgo, participación política, economía del cuidado, auto-cuidado e incidencia ciudadana para la construcción de paz territorial.
Más de 100 mujeres jóvenes del municipio de Ricaurte participaron del acto de clausura de la Escuela presencial «Mujeres Constructoras de Paz: Reevaluando los Espacios Cívicos», realizado con presencia de ONU Mujeres, la Fundación Fuerza Eva y la organización Anturios, La Flor de la Paz en la Institución Educativa Municipal de Ricaurte.
“A las diferentes organizaciones que hicieron posible este proceso, agradecerles por esta bonita enseñanza que nos dejan en el municipio de Ricaurte y decirles que sigan liderando más procesos de estos, para así poder seguir ayudando a las jóvenes y mujeres de nuestro territorio”, expresó Xirleny Patricia Agreda, participante de la Escuela de Mujeres Constructoras de Paz del municipio de Ricaurte.
El proceso formativo se desarrolló durante el mes de marzo y abril de este año, en esta zona del piedemonte costero de Nariño, en el marco del proyecto “Nosotras somos la fuerza para la paz territorial” y de la iniciativa “Co-creando la paz: participación de mujeres jóvenes diversas en el espacio cívico urbano-rural e indígena en Nariño y Cauca”, liderada por ONU Mujeres, la Organización Internacional para las Migraciones- OIM y la Defensoría del Pueblo, con apoyo del Fondo para la Consolidación de la Paz del Secretario General de las Naciones Unidas.
Las participantes de la Escuela presencial de Mujeres Constructoras de Paz provenientes del barrio Guayabal, la vereda San Pablo, El Edén-Cartagena y El Palmar del municipio de Ricaurte, ahora cuentan con herramientas que fortalecen sus capacidades para el reconocimiento y el ejercicio pleno de sus derechos, así como la construcción de iniciativas de paz y desarrollo justo y equitativo.
“Nosotras nos organizamos para defender nuestros derechos y mutuamente nos ayudamos entre las mujeres”, manifestó Lizeth Llano Tulcán Guanga participante de la Escuela de Mujeres Constructoras de Paz del municipio de Ricaurte.
La capacitación de las mujeres jóvenes de Ricaurte estuvo orientada por un equipo interdisciplinario de profesionales, especializado en temas relacionados con la participación política, la economía del cuidado y el autocuidado como práctica política. Al cierre de este proceso las mujeres participaron de un ejercicio de laboratorio social y recibieron un Kit de participación ciudadana para afianzar sus aprendizajes en liderazgo, derechos ciudadanos y habilidades de incidencia en espacios públicos, cívicos y comunitarios.
“Entre las enseñanzas más importantes que me dejaron estos talleres están las relacionadas con la salud mental, autoestima y la economía del hogar”, indicó Emperatriz Puerres Rosero, participante de la Escuela de Mujeres Constructoras de Paz del municipio de Ricaurte.
Posterior al evento de clausura de la Escuela de Mujeres Constructora de Paz, se hizo entrega de la dotación de equipos tecnológicos y de comunicación a la organización Anturios, La Flor de la Paz, con el ánimo de fortalecer sus capacidades técnicas, operativas y administrativas, en función del trabajo comunitario que lideran en su territorio.
“Trabajar para lograr la igualdad e inclusión social, política, económica y ambiental, implica también generar las condiciones para llegar a las personas y organizaciones de la sociedad civil, en situaciones de vulnerabilidad y limitadas oportunidades”, expresó Xiomara Erazo, Coordinadora del proyecto “Nosotras somos la fuerza para la paz territorial”.