Por: Leonor Bravo Burbano
Mucho tiempo en mi vida te esperé…
No sabía cómo eras,
Pero desde niña sabía que algún día
En el momento menos pensado de mi vida
Tú estarías esperando mi llegada
Y así fue, te encontré y me enamoraste
Eras tan fuerte, tan alto, tan sereno
Que calmaste mi ansiedad de mujer…
Llenaste mi alma sedienta de amor bueno
Me enseñaste a confiar, a tener esperanza
A mirar el futuro con ilusión y sin dolor
Contigo no tenía que fingir, todo era limpio
Me aceptabas y amabas como era
Una mujer alegre, llena de vida y emociones
Plena de pasión y de sueños dorados
De risas cristalinas y de bailes alegres
Eras serio y aplomado, todo un señor
Pero, amabas todas las locuras de tu chiquitina
Que llegaba con desparpajo hasta tu casa
Donde con ansia la esperabas despierto
Con música, poesía y botella de vino
Para sellar la velada romántica
Que hacía latir de gozo nuestras almas
Tu amor fue para mí cual bálsamo fragante
Que restauró mi ser hambriento de cariño
Fue un amor inmenso que llenó el vacio
De amores tormentosos que dañaron mi alma
De mujer amorosa expectante de dicha
Como no recordarte mi verdadero amor
Si por más que he buscado no he logrado
Encontrar en los brazos de nadie
Lo que tuve contigo, trato constante y tierno
Abrazos y caricias llenas de amor filial
Fui tu niña-mujer y eso es inolvidable
Qué más puedo decir… te añoro todavía