Hablar sobre agua y saneamiento básico en la contienda electoral es de suma importancia por varias razones fundamentales.
En un planeta donde el agua es esencial para la vida, resulta paradójico que a menudo demos por sentada su disponibilidad. Nuestros grifos continúan fluyendo, nuestros ríos siguen corriendo, pero la realidad es que el recurso hídrico es cada vez más escaso. La urgencia de cuidar y protegerla nunca ha sido tan evidente como en la actualidad.
La gestión del agua está directamente vinculada al cambio climático. Las sequías, inundaciones y otros eventos extremos pueden tener un impacto significativo en la disponibilidad y calidad del agua. En la agenda política de las ciudades se debe demostrar la comprensión de los candidatos sobre los desafíos climáticos y la necesidad de adaptarse.
Las poblaciones más desfavorecidas suelen ser las más afectadas por la falta de acceso a agua y saneamiento. Poner en agenda estos temas es una forma de abordar la desigualdad y garantizar que todas las personas, independientemente de su situación económica, tengan igualdad de oportunidades en términos de salud y calidad de vida.
Los compromisos y promesas electorales relacionadas con este sector influyen en la asignación de recursos y en la formulación de políticas públicas. Los candidatos deben promover la inversión en infraestructura hídrica y la implementación de regulaciones efectivas para garantizar el acceso equitativo y sostenible al agua.
Sin una infraestructura adecuada, el crecimiento económico y social es un imposible. Los candidatos que promuevan un plan de inversiones en estas áreas reflejan su visión a largo plazo y un compromiso con la vida.
La contienda electoral debe ser además una oportunidad para educar y sensibilizar a la población sobre la importancia del cuidado y protección del agua y la prioridad en limpiar sus ríos, informar a los ciudadanos sobre prácticas sostenibles y fomentar un cambio de comportamiento a nivel individual y comunitario.
En resumen, hablar sobre agua y saneamiento básico en la contienda electoral va más allá de la retórica política: refleja un compromiso real con la salud pública, la igualdad, el desarrollo sostenible y la resiliencia ante los desafíos climáticos. Al poner estos temas en primer plano, los candidatos demuestran su capacidad de liderazgo y su preocupación por el bienestar y el futuro de la sociedad a la que aspiran a servir.
Pasto está en mora de sanear sus aguas, ese compromiso debe ser inaplazable.
Fin.