Conocer y amar… nadie ama lo que no conoce

Por: Amilcar Pantoja

Ipiales politólogo, magíster en intervención social

En el año 2001 terminé de leer la Biblia, me tardé 3 años en hacerlo, ya que es un libro complejo que más allá de la simple lectura se le aplica la Hermenéutica y exegesis, además de la comprensión de los géneros literarios que expresa con frecuencia el libro más publicado y leído en el mundo. Recomiendo su lectura porque cada día se aprende algo nuevo y lo mejor, pues está en la animación espiritual que se genera con su frecuente lectura. Sin entrar en temas religiosos, quiero compartir una reflexión llena de sabiduría tomada del libro primero de Juan, capitulo 4, versículo 20: “Nosotros amamos a Dios porque él nos amó primero. Si alguien afirma: «Yo amo a Dios», pero odia a su hermano, es un mentiroso; pues el que no ama a su hermano, a quien ha visto, no puede amar a Dios, a quien no ha visto. Y él nos ha dado este mandamiento: el que ama a Dios, ame también a su hermano”.

Desde la dialéctica entramos en la discusión de Amar vs Odiar, conocer vs desconocer (ver o no ver), la cual hoy les invito a aplicarla a la cotidianidad. Pues en una consulta medica el profesional de medicina se basa en estudios, antecedentes, pruebas de laboratorio y muchos elementos mas para poder intervenir. De la misma manera sucede con los temas de la sociedad, quien no conoce la sociedad, la geografía, la historia, la economía, en fin, los elementos necesarios para conocer lo social, sencillamente no hará una buena intervención. Malos diagnósticos dejan malas intervenciones, por ende, malos resultados. Hasta en las matemáticas el no entender el problema significa no saber cómo resolverlo. Pero la reflexión va mas allá, no es solo conocer se trata de AMAR, y se trata de ir más allá del sentimiento de lo que creemos es el amor, es dar el paso a la actitud. Apliquemos esta premisa en la toma de decisiones y en lo político le hará mucho bien a la sociedad; por eso le invito a conocer sus derechos y que los ame, que llegue a la actitud de defenderlos y propiciarlos.

Por la coyuntura electoral pongo un ejemplo: el derecho al voto, si hay que conocerlo, parece que una gran parte de nuestra sociedad no lo conoce, porque no es solo salir a un cubículo a marcar una opción, mucha gente luchó en el pasado por este derecho optativo (ojala fuera obligatorio); amar este derecho seria ejercerlo, salir el domingo y votar; pero el ideal es que usted que lee estas líneas y conoce sus derecho, lo promulgue, lo promueva y pueda convencer a quien no lo ejerce pues que lo haga. Solo en Nariño en las pasadas elecciones parlamentarias votaron el 52% de la población. Eso significa que más de 600mil personas sin conocer su derecho no lo usaron. Se que muchos enamorados del derecho a votar han sido decepcionados, pues recuerde que no se trata de un sentimiento, se trata de una actitud, la cual nos debe impulsar siempre a seguir.

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