Un pupialeño entre los intelectuales más destacados del departamento de Nariño

En el sur de Aurelio Arturo, ese recreado por la escritura embrujada de Juan Revelo, Albeiro Arciniegas, Jonathan España y Mauricio Cháves Bustos, se encuentra uno de los intelectuales, investigadores y escritores más prolíficos de la región, quien, gracias a la resonancia de su discurso y pensamiento ácido, se ha posicionado en las páginas de la historia nariñense como uno de los mejores académicos.

Se trata de Carlos Giovanny Campiño Rojas, conocido en sus redes sociales con el seudónimo sugestivo de “panta rei”. Un adulto joven, oriundo del municipio de Pupiales- Nariño “Cuna del Pensamiento”, quien goza de prestigio en la comunidad científica y literaria a nivel nacional e internacional gracias a su trayectoria educativa, investigación y producción intelectual envidiable que le permitieron generar calor en medio de tanto frigorífico académico.

Este intelectual de gran espectro, toma al igual que un médico, el pulso de la cultura para diagnosticar su malestar y formular antídotos basados en modelos disruptivos, socio críticos, psicoanalíticos, decoloniales, hermenéuticos, existencialistas y pos estructurales heredados del paradigma cualitativo, la escuela de Éranos, el circulo de Viena, la escuela de Frankfurt y los poetas malditos de los que se alimenta su pesimismo seductor.

Su escritura ensayística es incendiaria, punza el corazón mismo de la existencia y pone a tambalear las piernas de la objetividad total. De hecho, todo lo que esboza la esgrima de su pluma se torna inflamable gracias a un excéntrico lirismo desbordado que se convierte en prótesis de mentes mutiladas por la mina antipersona de la razón. Su lenguaje irreverente y panfletario mezcla de manera magistral lo azucarado con lo agrio, lo objetivo con lo subjetivo para dar a luz un pensamiento ecléctico cargado de una alta dosis de complejidad.

 Es sin duda alguna un vocero de los rebeldes anónimos, un portavoz de la otredad, de los olvidados, críticos, traficantes de sueños y escépticos que proliferan de manera viral sobre la faz de la tierra.

Su poesía representa una reivindicación de la palabra, un modo de abrirle espacio al lenguaje trastocado en versos que son un desajuste de la conciencia.  El tiempo, la melancolía y la muerte como temas centrales son recreados con un lenguaje que goza de un sentido profundo de la metáfora, limpio y ambiguo, como exige la buena poesía. Su poemario: “Velorios del Tiempo” es de hecho un sarcófago de versos donde el autor, con la fuerza de su composición poética desea enterrar rosas marchitas para provocar una lluvia de imágenes que caerán frescas y renacientes sobre el cuerpo del lector.

Entre su extensa formación académica, se resaltan un título de filosofía y letras y una maestría en Etnoliteratura de la Universidad de Nariño, conjuntamente con dos títulos de doctorado; uno de ellos en Educación en la Universidad de Baja California- México y   otro doctorado por recibir en Ciencias de la Educación en la Universidad Pedagógica Experimental Libertador de Venezuela. A ello se suma un curso de postdoctorado en dirección de establecimientos educativos latinoamericanos adelantado en la Universidad de Cádiz- España y una estancia corta de investigación en la Universidad de Porto- Portugal. Ha publicado cerca de treinta artículos de naturaleza literaria, filosófica, educativa, poética, y etnoliteraria que circulan en buscador académicos especializados como Google Scholar, Latindex, Redalyc, ResearchGates, Dialnet, entre otros.

Sus principales investigaciones que han llegado hasta Europa, giran alrededor de la órbita del neoliberalismo, sociedad de consumo, capitalismo cognitivo, imperio efímero de la moda, redes sociales, dispositivos electrónicos, postmodernidad y cultura digital que han sido sus blancos de ataque. En sus múltiples disertaciones ha exterminado el aleluya de los optimistas que ven en estos fenómenos, el mesías de época y en su lugar se ha propuesto diseccionar con el bisturí de la pedagogía crítica la anatomía de estos anómalos para evidenciar su modus operandi y letal incidencia en el campo educativo, psíquico y emocional. Muestra de ello es una de sus últimas investigaciones denominada: “Del phono sapiens a la infocracia. Disertación en torno a la zona de confort del enjambre digital” publicada en la revista arbitrada e indexada llamada gaceta pedagógica. Hace parte del grupo de investigación GIDE-R de la universidad autónoma de Nariño vinculado a Minciencias desde donde adelanta la propuesta de conformación del observatorio educativo de la frontera.

Actualmente es Rector en propiedad de un establecimiento educativo público del departamento de Nariño. Así mismo funge como presidente de la Fundación Gabriel García Márquez del municipio de Pupiales y como Director del Centro de Estudios e Investigaciones de Directivos Docentes de Nariño- CEIDIDNAR-. Continúa incorporando en su vida laboral como profesional, la docencia, investigación y escritura como fármacos para aliviar el tedio existencial.

Su humildad, sencillez y sensibilidad social evidentes, lo mantienen siempre al margen de cualquier indicio de gloria o fama infundada. No es un sujeto mediato sino más bien trascendental.

Pronto dará a conocer su nuevo libro titulado: “Malestares educativos de época”; así como una nueva investigación denominada: “patologías mentales experimentadas en el marco del ejercicio docente en el departamento de Nariño” que adelantará desde el centro de estudios e investigaciones de directivos docentes de Nariño.

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